Los 3 mejores libros de Scott Turow

Cuando te aficionas a un género acabas encontrando a otros lectores que ya están de vuelta de lo marcado como iniciático y empiezan a hablarte de otros autores interesantes.

Porque si nos acercamos al thriller legal, a esas tramas en torno a abogados muy capaces de defender a Dios o al Diablo, con los subterfugios argumentales que acaban generando los giros más imaginativos, todos pensamos en John Grisham.

Y claro, cuando ya has buceado mucho en el océano de Grisham, habrá quien te recomiende a Scott Turow. Y ciertamente ese amigo lector acaba haciéndote un favor.

Porque Turow, sin ser tan prolífico como Grisham, tiene muy interesantes novelas con ese componente de suspense entre togas y jurados, donde la verdad parece un sofisma para componer cambiantes alegatos.

Así que si gustas de ese juego, por momentos siniestro y siempre inquietante, en el tablero de juego de las vistas judiciales y de los tejemanejes extrajudiciales, Turow será todo un descubrimiento.

Top 3 novelas recomendadas de Scott Turow

Inocente

La fatalidad hace que los encausados inocentes acaben pisando la trena durante más o menos años (o incluso que acaben recorriendo la milla verde hacia la muerte en Estados de USA donde la justicia última es esa muerte)

Solo una buena defensa puede acabar demostrando ese punto de fatalidad que hace estar al encausado en el peor lugar en el momento menos adecuado sin tener nada que ver con el crimen judicializado. Algo así ocurrió con Rusty Sabich en la novela inicial que precedió a esta segunda parte. Rusty era un fiscal que apuntaba alto, pero todo estuvo a punto de irse al traste por la sombra de un crimen pasional.

En aquella ocasión Rusty pudo demostrar que él no mató a su amante… Pero ahora, muchos años después, la fatalidad lo posiciona de nuevo en el ojo del huracán. Y en esta ocasión no sabe si tendrá suficientes fuerzas para defenderse porque la víctima es su propia mujer, el escenario es su lecho conyugal y él estaba ahí mientras Bárbara perdía la vida.

Héroes corrientes

Saliéndose de la tónica del suspense judicial, Scott Turow nos sumerge en una novela de misterio entre las brumas de la guerra, en esos espacios sostenidos en equilibrios difíciles entre principios y crueldad, entre visiones simplistas de enemigos, frentes y objetivos y consideraciones humanas que alcanzan mucho más allá.

Lo que Stewart va descubriendo en torno a la vida de su padre (o más bien de su participación en la IIWW), lo va enfrentando a un personaje desconocido para él. David, el héroe, el padre admirado, ahora parece guiarlo, una vez muerto, a aspectos más contradictorios pero más ricos, más crudos pero mucho más interesantes de descubrir para un hijo que quiere conocer a su padre hasta el más ínfimo detalle de su personalidad.

Cuando Stewart descubre un particular suceso, una mácula en el expediente de su padre, empieza a abundar en ese momento. Lo que tiene que descubrir sobre el comportamiento de su padre, que decidió indultar a un espía, lo conducirá hacia misterios que entroncan más con la condición humana desde la más emocionante sensación de la relación paternofilial.

Punto débil

Uno de los más abyectos casos judiciales en nuestra sociedad «evolucionada» de occidente es el de la violación. Lo que supone esta forma de violencia en cuanto a la regresión a mundos oscuros se afronta en lo judicial como un castigo a la condición humana aún capaz de lo peor viviendo en sociedad.

El homicidio puede circunscribirse a miles de circunstancias atenuantes, agravantes o eximientes. La violación no debe tener grados en su simple atrocidad. El juez George Mason se enfrenta a un caso de violación en el que la certeza de la víctima y violador parece aclarar el camino de la sentencia.

Pero el propio Mason se verá rodeado por ataques e incluso por evocaciones de su pasado. Y todo se conjura para que la justicia pueda pasar de puntillas por un caso tan evidente, a no ser que Mason se enfrente sin miedo a todo tipo de demonios.