3 mejores libros de Pablo Rivero

Hay personajes de la tele que en ocasiones no te acaban de entrar. Eso me pasaba antes con Toni el de Cuéntame. Hasta que un día fui al teatro y ahí estaba Pablo Rivero. Para no mentir diré que no recuerdo la obra pero ese fue el momento de inflexión para que el personaje de Toni se empapara de la verdad como actor de Pablo. Y eso solo puede significar que sobre las tablas me ganó, me convenció, me desquitó de prejuicios sinsentido.

En aquella obra de teatro, antes de que la acción en si diera comienzo, los personajes se movían por la escena como improvisando conversaciones sottovoce o deambulando sin ningún quehacer concreto; esperando ellos mismos en la antesala de su propia obra; como quien espera en el dentista a ser llamado. El público entraba en el patio de butacas y se quedaba magnetizado con esa primera interpretación inesperada. El resto de la obra, cosas de la sobreexposición actual de nuestra memoria, no termino de evocar el argumento…

Luego llegó y empezó a escribir. El género negro suele ser pista de aterrizaje para muchos nuevos escritores tentados por este género lleno de posibilidades. La cosa no quedó en un tanteo y al final sus nuevas historias han ido llegando con ese oficio consolidándose desde la necesaria creatividad bien encauzada. Entre el actor y el escritor, Pablo se mueve con esa solidez de quien hace las cosas por devoción, transmitiendo a sus personajes en carne y hueso o en papel la verosimilitud más inquietante, la que encuentra empatía frente al extrañamiento de sus thrillers.

Top 3 novelas recomendadas de Pablo Rivero

Dulce hogar

Lo de Pablo Rivero y el thriller doméstico alcanza ya un nivel muy destacado en el panorama del suspense más próximo. En el juego de espejos deformantes de esta novela, Rivero flirtea con Hitchcock mezclando también ramalazos de Álex de la Iglesia con el colorido almodovariano hecho luces siniestras entre apariencias y paradójicas realidades. No hay que olvidar que este autor llegado del cine, de la televisión y del teatro sabe mucho de lo de habitar en todo tipo de pieles para hacernos sentir el vello de punta…

Una urbanización de lujo a las afueras de la ciudad. Una ex azafata de vuelo dispuesta a todo por concebir un hijo. Un marido ausente, un vecindario inquietante… Y un atractivo joven que siempre la está observando.

Con un estilo preciso y eficaz, Pablo Rivero construye en Dulce hogar una historia perturbadora con una trama llena de aristas y unos personajes complejos que lo arriesgarán todo. Un thriller inquietante, una crónica social de denuncia sobre la presión hacia las mujeres y los hombres con temas como la maternidad, la cultura del éxito o la falsa felicidad. Una historia demoledora que profundiza además en el miedo, ese que nos obsesiona hasta el punto de convertirse en morbo y que a veces se convierte en terror. Sombría y pasional. Bienvenidos a Dulce hogar.

Dulce hogar

Las niñas que soñaban con ser vistas

Un eufemístico título para abordar la idea de la popularidad, de la trascendencia de instagram de hoy en día, del mostrar al mundo todo lo que hacemos. Nosotros mismos ponemos precio a nuestra imagen. Solo que siempre se ha dicho que no podemos poner un precio que no podamos pagar.

Laura García Hernández, una niña de catorce años, ha desaparecido. La última vez que se la vio fue entrando en un conocido centro comercial, cuando acudía a una misteriosa cita. A los pocos días aparece descuartizada en el aparcamiento de la planta baja. El cuerpo presenta mordeduras de animal, pero su hermano Jaime insiste en que fueron causadas por un ser humano. Todo se complica cuando Pablo, un publicista que trabaja en la agencia más prestigiosa del país, sospecha que el asesinato puede estar relacionado con la muerte de algunas famosas influencers.

Pablo Rivero vuelve con su historia más terrorífica. Las niñas que soñaban con ser vistas nos adentra en el mundo de la publicidad y los peligros de la sobreexposición en las redes sociales cuando se unen la perversión moral y las ganas de ser visto. Con una trama bien estructurada, inquietante y escabrosa, te seducirá por sus personajes enigmáticos, sus giros sorprendentes y su impactante final.

Las niñas que soñaban con ser vistas

Penitencia

La soledad es tan idílica como inquietante. Retirarse del mundanal ruido puede acercarte a la paz o adentrarte en el ruido interior. Cura o condena, salvación o penitencia. Enfrentados a las sombras de la existencia todos podemos ser el actor que recita su soliloquio, sin esperar réplica en una retórica que no obstante llega al alma y que puede acabar despertando aspectos insospechados de nosotros mismos.

Jon lleva veinte años interpretando a un asesino en la serie más longeva de la televisión española y, pese a que la fama y el dinero le acompañan, vive tan atormentado por el personaje que representa que decide abandonarlo todo y retirarse a una casa perdida en un bosque aledaño a un pequeño pueblo.

Solo tiene que asegurarse de que nadie se entere de que vive ahí y evitar a toda costa que la prensa y los paparazzi lo arruinen todo. No sospecha que librarse de su alter ego no será tan fácil. Sin embargo, al poco de instalarse una serie de escabrosos sucesos alterará su tan ansiada tranquilidad y tendrá que luchar por que los secretos que ocultan esos bosques no traigan de vuelta al personaje que tanto teme. Aunque quizá nunca se haya ido.

Pablo Rivero se confirma como un joven talento en el panorama literario actual con este perturbador domestic noir que, como ya hizo con No volveré a tener miedo, nos sumerge en una atmósfera inquietante y magnética que engancha desde la primera página.

Otros libros recomendados de Pablo Rivero

No volveré a tener miedo

La opera prima de Pablo Rivero se sumerge en el género de novela negra con absoluta profundidad. En el libro No volveré a tener miedo, el conocido actor se retrotrae a 1994 para hacernos vivir un «thriller doméstico», como suelo llamar yo a estos casos en los que los nucleos familiares se convierten en el sustento para escabrosos argumentos llenos de misterio, miedo e incertidumbre.

Hay algo de macabro voyerismo en las historias contadas de adelante hacia atrás (el famoso flashback). Y digo macabro, en este caso, porque desde el planteamiento inicial nos tocará descubrir qué pasó en una familia para el violento y fatal desenlace con el que abrimos el libro.

9 de abril de 1994 pasará a ser la fecha en la que todo confluye. Antes de ese día, durante una semana, iremos conociendo a Laura, una madre abandonada por su marido. A Raúl, el hijo mayor, con su mundo interior invadido por oscuras contradicciones. A Mario, el pequeño, quien anhela el resgreso de su padre con todas su fuerzas.

Paralelamente al conocimiento de la psique de estos personajes, cuya alma queremos desentrañar para entender qué fue lo que pasó ese 9 de abril, descubrimos aspectos externos a la familia que complementan la historia y que traen nuevas dudas. Jonathan García, un niño del barrio despareció el año anterior y puede que alguien cercano a la familia oculte qué fue lo que pasó con aquel chaval. Capítulos como escenarios donde exprimir todos los detalles para tratar de alcanzar algo de luz antes de que el mal llegue a las vidas de esta familia. El título de la novela no está fijado caprichosamente. «No volveré a tener miedo» es mucho más de lo que parece.

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