Al otro lado del fenómeno literario de géneros «estándar» siempre podemos encontrar otro tipo de fenómenos que triunfan igualmente solo que sacando punta a todo argumento que pasa por sus manos. Noemí Casquet es una irrupción narrativa a la altura de Elisabet Benavent (por citar a otra escritora prácticamente coetánea), solo que temáticamente se le parece tanto como un huevo a una castaña. Y ahí reside la magia y la gracia de lo creativo. En la variedad está el gusto y en los extremos la síntesis.
Lo cierto es que precisamente por su naturaleza abierta, inabarcable, la literatura siempre necesita de un sustrato profundo, inalcanzable en su cota más honda. Así acaba brotando la creatividad más constructiva que fertiliza todo tipo de ideas. En el caso de Casquet, su feminismo se convierte en narraciones críticas, marginales, para desdibujar más aún los estereotipos hechos tótems a derrocar.
Pero más allá de esa narrativa feminista en el sentido más reivindicativo y hasta transgresor, Noemí también aborda muchos otros planteamientos que una sociedad moderna que se precie debe empezar a reflotar desde las cloacas de la conciencia. Sexo, drogas y rock and roll versión literatura de nuestros días…
Top 3 libros recomendados de Noemi Casquet
Mala mujer: La revolución que te hará libre
El reconocimiento explícito de lo malo resulta liberador para enfrentarse precisamente a quien pone la etiqueta asumida desde una moral arcaica.
La mala mujer reconoce que lo es para la conciencia del observador de turno y en su orgullo demuestra la total falta de consideración hacia esa forma de pensar constreñida y estreñida. El problema es que los corsés morales aún se estilan mucho para contener el disfraz de la modernidad. Ninguna liberación mayor que la emprendida desde la esfera más íntima. Nada más enriquecedor para espíritu y hasta alma que el disfrute del sexo más divino y carnal.
Tras ver su cuenta censurada por Instagram y su voz acallada en múltiples ocasiones, Noemí Casquet lanza su poderoso mensaje a través de este libro:“De entre todas las cosas que pude escoger, elegí ser libre. El viaje que hice a mi interior me sirvió de experiencia y aprendizaje. Eso, mezclado con los años de investigación en el ámbito sexual como periodista, me ha llevado a ser quien soy: una mala mujer.” Bienvenida a este aquelarre, hermana. Bienvenida seas, mala mujer.
Zorras
Una vez descubierto el alcance de la onda expansiva del terremoto liberador, nunca está de más mantener activo el epicentro con réplicas que sigan abriendo la brecha por donde caigan tabús, principios arcaicos y morales estrechas.
A partir de aquí nació la versión novelística de una Noemí dispuesta a extender su ideario en un formato de libro que parece soportar mejor la libertad de opinión que las supermodernas redes sociales… Nunca has leído una novela erótica como esta. Una novela en la que tres mujeres -Alicia, Diana y Emily: quédate con sus nombres porque no vas a poder olvidarlas- deciden formar un club para cumplir todas sus fantasías sexuales, más allá de cualquier límite preestablecido.
«Somos zorras, malas, libres. Somos la tentación. Somos las dueñas de nuestro cuerpo y nuestras alas. La que nos tocamos dónde y cuándo queremos. Somos las que gritamos en las calles y gemimos en las almohadas. Nos pintamos los labios de rojo y dejamos los de abajo abiertos para explotar de placer. Aquellas a las que llamabas zorras ahora follan con la liberación.»Tienes entre tus manos una novela que empodera y libera; una novela para lectoras valientes dispuestas a descubrir quiénes son realmente y no quienes los demás quieren que sean.
libres
El cierre de una trilogía que concluye así por lo habitual de este formato en tres para abordar exhaustivamente un tema. Pero lo del erotismo, la sexualidad y su infinidad de prismas siempre abordados de manera sugerente, por momentos inquietante y siempre reivindicando una sexualidad absolutamente libre daría para mucho más.
Solo cuando nos equivocamos muchas veces, cuando experimentamos con nuestro placer hasta no dejar ningún rincón por descubrir, solo entonces podemos fluir. Las tres chicas deciden cumplir la última fantasía de Emily -un viaje a Cap d’Agde, la capital del nudismo y el swinging – antes de que Diana tome una gran decisión y Alicia se atreva a afrontar su relación poliamorosa con Ricardo y Leo. Porque la libertad tiene consecuencias y a veces implica dejar marchar; porque el poder del sexo es el comienzo de la expansión personal; porque amar a quien es libre puede ser difícil, pero también es mucho más real.
Nos miramos a los ojos en ese momento. Ese puto momento. Estamos presentes, siendo humanos, naturales. Siendo unión. Colapsando los ritmos del universo. Vibrando tan alto que casi no toco el suelo. Y el deseo se personifica cabalgando encima de su cuerpo. Gritamos, gemimos, sudamos. Así es el sexo, un arma de revolución masiva de emociones y sentimientos. Y ese es el lugar donde me encuentro libre.
