El caso de Lawrence Block es extraño en cuanto a su difusión internacional. Siendo considerado oficialmente en Estados Unidos un autor de novelas negras y tramas de misterio a la altura del mismísimo Stephen King, no alcanza ni de lejos su repercusión allende las fronteras USA.
Quizás se trate de algún aspecto intraducible que repercuta en ese efecto indeseado de la distorsión, del ruido al cambiar de lengua y de la idiosincrasia aparejada. O una especie de querencia casi inconsciente de algunos autores por recrearse en localismos no solo lingüísticos sino caracterizadores de personajes y escenarios. O, por qué no considerarlo, puede ser que Block no sea tan comercial, pues aborda en muchas ocasiones sus novelas negras como el noir más auténtico de los años iniciales, sin concesiones líricas ni cinematográficas.
No es fácil adivinar qué es lo que cojea para esta marcada diferencia en el éxito. Más allá de que Block tiñe más sus enigmas con la ambientación criminal y policíaca que el King abierto a fantasía, género negro, terror (o lo que se tercie en su inabarcable imaginario). Queda la duda de si es cuestión también del otro lado, del lector, quien por lo que sea no termina de cogerle el punto al Block triunfante al otro lado del Atlántico.
La cosa es que cuando le coges el punto a sus personajes, Block puede llegar a convencerte para su causa. Y entonces te quedará siempre trabajo por delante en una bibliografía muy extensa, plagada de sagas diversas y muchas otras obras sueltas.
Top 3 novelas recomendadas de Lawrence Block
Los pecados de nuestros padres
Gracias a su personaje Matthew Scudder, Lawrence Block se dió a conocer en todo el mundo. Pese a que en su haber ya tenía otras series y novelas independientes de relativo éxito en USA. Y este primer caso de Scudder nos sirve perfectamente para familiarizarnos con un detective privado sin licencia, recién salido de la policía y con el lastre de su vida personal hecha unos zorros.
Scudder nos asoma al mundo desde su cochambrosa habitación de motel en Hell´s Kitchen, mítico barrio de Nueva York (yo mismo lo visité por esta y por otras obras como Sleepers). La sinopsis reza: La chica era muy joven. Se había distanciado de su familia y vivía en Greenwich Village hasta que la asesinaron a navajazos. Ahora su padre quiere saber en qué se había convertido ella y qué secretos ocultaba para darle algún sentido a su muerte. Un trabajo tan delicado solo lo puede hacerlo un detective que conoce bien Nueva York y sabe lo que es el dolor: Matt Scudder.
El sicario
Otro inicio de saga mítico. Y otra vez toca al menos conocer la primera novela de una serie para poder después ir dando saltos tranquilamente con la seguridad de conocer esos lazos que lo vinculan todo con el arranque, las presentaciones y la puesta al dia de la vida anterior de tan emblemáticos protagonistas capitales de las sagas.
Keller es un asesino: profesional, frío, seguro de sí mismo, competente y fiable. Sin embargo, también es una persona compleja: cauteloso y solitario, sin piedad alguna, es eficiente y distante, es propenso a la soledad y a dudar de sí mismo, a tener pesadillas y a preocuparse por su carrera profesional. Su terapeuta cree que su trabajo consiste en resolver problemas empresariales, pero Keller es un asesino a sueldo. Lleva la vida de un empresario solitario bien pagado que viaja con frecuencia; acostumbrado a las impersonales habitaciones de hotel, a recorrer tramos inhóspitos de autopistas en coches de alquiler y a comer en lugares anónimos.
Y, aunque es neoyorquino de nacimiento, fantasea sobre la buena vida en el campo y en cada lugar que visita sueña con empezar una vida, con una nueva casa, lejos de las presiones y de las complicaciones morales que su línea de trabajo implican.
Caminando entre tumbas
La décima entrega de la serie de Matthew Scudder, dieciséis años después de la primera parte «Los pecados de nuestros padres». Es curioso como en el caso de Block siempre puedes encontrar una secuela de cualquiera de sus sagas y reubicarte de inmediato. Como si Block se encargara de depositar en tu subconsciente un marcapáginas para regresar a cualquiera de sus protagonistas. Sin duda eso es la gran virtud de este tipo de autores entregados a novelar casos criminales, levantan sus puntales sobre la imaginación del lector y ahí quedan, para cuando vuelvas a la serie.
Nueva York. Las Torres Gemelas todavía dominan el cielo de Manhattan. A los policías y a los camellos se los localiza a través de buscas. El crack se empieza a ver por las calles, pero la heroína y el polvo de ángel son todavía las drogas estrella. Matt Scudder, expolicía y exalcohólico, se enfrenta a uno de los casos más sangrientos de su carrera. Unos maníacos sexuales se dedican a raptar, violar y asesinar brutalmente a mujeres. Entre reunión y reunión de Alcohólicos Anónimos, Scudder deberá utilizar su instinto, su inteligencia y sus contactos para acabar con este horror. Con métodos dentro o fuera de la ley.
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