Junto a Jacques Ravenne, Éric Giacometti conforma uno de esos prolíficos tándems narrativos para gloria del género negro. Y es que dos mentes seguramente den más de sí para perfeccionar una trama criminal con sus recovecos y sus giros. A los hechos me remito en casos como los de Lars Kepler (pseudónimo que ya aglutina a sus dos autores), Vicente Garrido con Nieves Abarca o Lincoln Child con Douglas Preston.
El equipo formado por Giacometti y Ravenne es de lo más exitoso actualmente en Francia en el género negro, con series devoradas por los lectores más aficionados a ese noir de consumo rápido en el que el comisario Antoine Marcas es uno de los grandes referentes. Tramas vivas y eficientes con su vistazo rápido a un mundo del hampa perfectamente integrado en la ficción desde su reflejo más real.
La cuestión para este tipo de equipos literarios es dar con la serie ideal. Y estos dos escritores han encontrado en su trilogía Sol Negro la historia con gancho para replicarse en mayor medida a nivel internacional. El recurso del misterio histórico es un fondo de armario perfecto para los narradores bestseller, el nazismo como recurso de los horrores ya insertado también en el imaginario de ficción, el aderezo perfecto…
Top 3 novelas recomendadas de Éric Giacometti
El triunfo de las tinieblas
El comienzo de una saga más tendente al suspense que al género negro, un nuevo escenario para los creadores del comisario Marcas en el que se destila esa pasión por la aventura, esa voluntad por inquietar y sorprender en un compendio de argumentos clásicos con una resolución novedosa.
Tíbet, enero de 1939. Una expedición de las SS se apodera de una esvástica tallada en un metal desconocido. Es una de las reliquias que simbolizan los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra. Según una antigua profecía, quien los posea se convertirá en el amo del mundo.
España, enero de 1939. Tristán, aventurero y traficante de arte francés unido a la causa republicana participa junto con un grupo de soldados en el saqueo del monasterio de Montserrat. Poco después del final de la guerra acabará en una celda franquista donde un poderoso oficial alemán, el responsable de la Anhenerbe, le propone un trato.
Inglaterra, 1940. El comandante Malorley, agente del nuevo servicio secreto británico, organiza una operación para impedir que los nazis consigan las reliquias. La lucha entre la «Estrella» y la «Esvástica», que determinará el resultado de la Segunda Guerra Mundial, se pone en marcha.
La reliquia del caos
El cierre de la serie del Sol Negro consigue en esta entrega ese efecto contradictorio entre la plena satisfacción por una lectura sumamente entretenida, dinámica y cargada de suspense y la despedida de unos personajes con los que se vive la grandiosa aventura.
El desenlace de la guerra es más incierto que nunca. Mientras Inglaterra parece haber descartado la invasión alemana, la Rusia de Stalin se repliega ante el avance de las tropas de la Wehrmacht.
Tristan, que tras los sucesos de Venecia teme que Erika descubra sus lealtades, sigue la pista de las joyas de los Romanov por el laberinto de las catacumbas de París. El agente conocerá a las condesas de la Gestapo y alternará con la elite colaboracionista, indiferente a los recientes sucesos del velódromo de invierno, hasta que da con la pista que le conducirá a la cuarta esvástica.
En Inglaterra, el comandante Malorley, Laure d’Estillac y el excéntrico Aleister Crowley siguen de cerca los pasos de Moira O’Connor, la hechicera de cabellos escarlata simpatizante de los alemanes. Hasta que la aparición en las calles de Londres de una serie de cadáveres con una cruz gamada nazi grabada en la frente pone en guardia a la joven francesa.
La noche del mal
El paradigma de las segundas partes que pierden un poco la intensidad. No es que se trate de una mala novela pero el desarrollo se asemeja más a la transición de una trilogía ya predeterminada. No es que no haya acción, y los personajes siguen encandilándonos, pero le falta un poco de punch.
En noviembre de 1941 Alemania está muy cerca de ganar la guerra. Sin embargo, para Himmler, líder de las SS, la victoria solo será definitiva cuando los nazis logren apoderarse de una esvástica sagrada desaparecida en algún lugar de Europa. Para encontrarla, la Anhenerbe realiza unas excavaciones en la legendaria ciudad de Cnosos de la isla de Creta.
Mientras, en Londres, el comandante Malorley, miembro del servicio secreto británico, trata de sonsacar los secretos de su prisionero Rudolf Hess, especialista en esoterismo de las SS. Para ello cuenta con la colaboración del enigmático Aleister Crowley. El oficial británico sabe que para derrotar a los nazis es esencial encontrar esa cruz gamada antes que ellos.
Berlín, Londres, el castillo de Wewelsburg y la Italia de Mussolini serán los escenarios de la partida definitiva que decidirá el futuro de Europa. Un desafío cuya última jugada exigirá enfrentarse al propio Hitler. Agentes dobles, profecías antiguas y esoterismo, una aventura apasionante a través de un continente en llamas.
