Los 3 mejores libros de Emmanuel Carrère

Si hace poco hablábamos de una escritora singular como Zadie Smith, que apunta a crear una escuela de realismo ajustado al siglo XXI, no le anda a la zaga un ya más veterano Emmanuel Carrère que transita con abrumante suficiencia entre lo cinematográfico y lo novelístico, desarrollando en ambos espacios creativos su don cronístico en torno a intrahistorias fascinantes por su crudeza realista tamizada por su imaginación.

Admirador de un autor tan excéntrico como Philip K. Dick (exponente de una literatura de ciencia ficción que proyectaba sus sombras sobre la metafísica, desde el tránsito por todos los umbrales de la experiencia), Carrère apunta siempre a la sorpresa en historias que bordean lo biográfico a tumba abierta.

Semblanzas de protagonistas al límite, ahí donde la vida duele. Dolor como premisa de existencia, de amarga lucidez, de consciencia y de ese valor extremo de lo importante cuando por desgracia se descubre que así lo es.

Y aún así, Emmanuel Carrère sabe insertar un punto de lo fantástico en todo lo que escribe, sean tramas con tintes biografícos o autobiográficos, o recuperando detalles de crónicas de sucesos. Quizás sea cosa de una intención moralizante de la escenificación de un cuento, con voluntad por iniciar al lector en el desastre que pueda venir.

Porque hoy en día podemos leer a Hans Christian Andersen obviando su amarga evocación infantil con la cerillera que muere de frío en la calle, con su revisión satírica del traje nuevo del emperador que anda desnudo… Sin duda el poso trágico de esos cuentos es una herencia literaria que Carrère ha sabido trasladar a un mundo en el que, precisamente, ya no estamos para cuentos.

Top 3 libros recomendados de Emmanuel Carrère

El adversario

La novela más valorada del escritor francés. Más allá del oportunismo de escribir sobre un personaje real como Jean-Claude Romand (un tipo en la cúspide de la historia negra del país galo), que precisamente en 2019 quedó libre, lo cierto es que el híbrido entre biográfia y ficción compone un poderoso relato de lo siniestro, de la capacidad del mal general del ser humano.

Porque como rezaba aquel, humano soy y nada de lo humano me es ajeno. Romand no era un monstruo, no al menos en la consideración literar que pretende alejarnos de este tipo de viles psicópatas. Jean-Claude el humano y su esencia para hacer lo que hizo, para deshacerse de toda su familia y seguir adelante en su constructo mental.

Porque una vez descubierto el engaño, la estafa de su rol adoptado de médico, la estridencia lo condujo al más aciago de los fines, a la más inesperada destrucción de su vida personal. Y sí, es incómodo pensar que este hombre era uno más de nosotros, pero así nos lo muestra este libro, con la enseñanza de las apariencias, de la inabordable sospecha sobre el prójimo, de las ínfulas y frustraciones que pueden llevar de una inocente ficción de vida a un comportamiento atroz. Con el vértigo de una presentación de escenas cuidadas y precisas como las de una película, avanzamos por una historia que no deja indiferente.

El adversario, de Emmanuel Carrère

Limonov

La Unión Soviética asomaba en la segunda mitad del siglo XX como un régimen severo y alienante. Emmanuel Carrère dijo escribir este libro desde el conocimiento de un disidente de aquel régimen, un soviético que adoptó ese alias por sabe Dios qué motivos y que aprovechó la pluma de Carrère para desarrollar su biografía entre luces deslumbrantes y sombras color muerte.

Con la capacidad de Carrère para adornar la realidad con su pátina corrosiva conocemos al Limonov inmerso en la sociedad soviética, por donde se movía entre los espacios subversivos más por nihilismo que por activismo. Hasta que dio con sus huesos en Nueva York para escapar de algún accidente más que probable. No es que América asomara para él como la oportunidad de un millonario en Las Vegas.

Un similar inframundo lo esperaba en aquella ciudad que en invierno ofrecía un mismo frío helador que Siberia. Limonov era un tipo de recursos que pudo salir adelante por un golpe de suerte que lo colocó en la esfera pública con alguna novela estilo Bukowski que consiguió llamar la atención de aquellos que quieren conocer el lado salvaje desde su sillón de lectura. Gracias a ese libro Limonov empezó a conocer más mundo, con similar magnetismo por los problemas allá por donde pasaba. El círculo de Limonov se cierra con un regreso a Rusia en el que quizás su reconocimiento internacional lo salvó de algún nuevo accidente. Hasta días recientes en los que sostenía la mirada directa y de frente al mismísimo Putin.

Limonov

De vidas ajenas

Hay veces en las que la tragedia nos roza tan de cerca que podemos sentir su estela guillotinesca silbando ante nuestras narices.

La tragedia es golpe pero también un incómodo alivio cuando no acaba de mutilar tu mundo. Ese golpe próximo fue en un escritor como Carrère leitmotiv perfecto para esta historia mitad biografía y mitad novela, porque la tragedia más infame no puede ser relatada con absoluta fidelidad desde perspectiva exterior. Pero Carrère lo suple o más bien lo complementa todo con ese brillo de su literatura absorbente que enfoca ahí donde su suma de focos van apuntando. Los polos opuestos se atraen pero es que los polos iguales, en su repelencia, se descubren como extremos bien distintos.

La tragedia no es tragedia sin amor previo. La tristeza más honda no se puede superar sin amor resiliente. Y en esos equilibrios se mueven los personajes de esta novela sobre vidas palpables en nuestro entorno. Sentimos entonces el estremecimiento no solo por los protagonistas de la novela sino por otros más próximos de los que empezamos a calibrar su exposición al dolor y su empeño en amar para seguir viviendo. Un libro que eleva el significado de la empatía.

De vidas ajenas

Otros libros recomendados de Emmanuel Carrère

Yoga

Si era cuestión de romper tabús sobre las enfermedades mentales, Emmanuel Carrère ha cumplido su parte con esta obra brutalmente sincera. Solo que, en su camino inescrutable hacia el abismo, Carrère aprovecha precisamente esa oscuridad para resultarnos volátil, divagante e inquietante. Orden y caos se dan el relevo formal y también en el fondo y todo transcurre con el ritmo cambiante de esa vívida bipolaridad con su verdad extrema a ambos lados. Y es que las contradicciones normales con las que convivimos son ese pequeño reflejo de cuando se pierde el pié y las emociones crispadas desbordan imaginación y visión del mundo…

Quede claro para posibles lectores despistados que este no es un manual práctico sobre yoga, ni tampoco un bienintencionado libro de autoayuda. Es la narración en primera persona y sin ningún tipo de tapujo de la profunda depresión con tendencias suicidas que llevó al autor a ser hospitalizado, diagnosticado de trastorno bipolar y tratado durante cuatro meses. Es asimismo un libro sobre una crisis de pareja, sobre la ruptura afectiva y sus consecuencias. Y sobre el terrorismo islamista y el drama de los refugiados. Y sí, en cierto modo también sobre el yoga, que el escritor practica desde hace veinte años.

El lector tiene en sus manos un texto de Emmanuel Carrère sobre Emmanuel Carrère escrito a la manera de Emmanuel Carrère. Es decir, sin reglas, lanzándose al vacío sin red. Hace tiempo que el autor decidió dejar atrás la ficción y el corsé de los géneros. Y en esta obra, deslumbrante y a la vez desgarradora, se entrecruzan la autobiografía, el ensayo y la crónica periodística. Carrère habla sobre sí mismo y da un paso más en su exploración de los límites de lo literario.

El resultado es una descarnada expresión de las flaquezas y los tormentos humanos, una inmersión en los abismos personales a través de la escritura. El libro, que ha generado polémica ya antes de su publicación, no deja a nadie indiferente.

Yoga, de Emmanuel Carrère

El estrecho de Bering

Quizás los rusos no se hayan dado cuenta. Mientras sus conflictos se focalizan en la Europa del este, al otro lado podría fácilmente lanzarse a la conquista de Estados Unidos reclamando para sí esa Alaska a tiro de piedra desde Chukotka. Seguramente desde un estrecho de Bering donde los polos parecen reclamarse, nace esta investigación…

En tiempos del comunismo, los miembros del partido recibían cada mes las actualizaciones de la gran Enciclopedia Soviética. Cuando en julio de 1953 el temido Beria fue por fin detenido, la enciclopedia aún contenía una larga y elogiosa entrada dedicada a él. A los pocos días de la detención a los camaradas les llegó un sobre con una hoja y unas instrucciones: se les pedía que, con sumo cuidado y la ayuda de una cuchilla de afeitar, recortaran el texto sobre Beria y lo sustituyeran por el que se les adjuntaba, referido al estrecho de Bering. Así, Bering sustituía a un Beria caído en desgracia, que, siguiendo el método habitual de las autoridades soviéticas, desaparecía sin dejar rastro.

Este ensayo, que ganó el Grand Prix de la Science-Fiction y Anagrama publica por primera vez directamente en la colección «Compactos», habla de la historia en condicional, la que pudo ser y no fue. Habla de la ucronía: de qué hubiera sucedido si la nariz de Cleopatra hubiese sido más corta o Napoleón hubiera salido victorioso de Waterloo… Carrère mezcla casualidad y causalidad, realidad y ficción, y nos propone un juego de lo más provocativo.

El estrecho de Bering

V13: Crónica judicial

Viernes 13 de noviembre de 2015. En tres puntos diferentes de París se producen atentados yihadistas. El más grave es el de la sala Bataclan, donde están actuando los Eagles of Death Metal. El resultado de los ataques en el corazón de Francia es de ciento treinta muertos y más de cuatrocientos heridos. Años después, durante nueve meses –entre septiembre de 2021 y junio de 2022–, se celebra el juicio en el Palacio de Justicia de la capital.

Hay catorce acusados: el principal es el único superviviente de entre los terroristas de Estado Islámico que participaron en la masacre. Sobrevivió porque no detonó su cinturón con explosivos. ¿Falló el mecanismo? ¿Tuvo miedo? ¿O quizá un fugaz momento de arrepentimiento y humanidad? El resto son colaboradores en distintos grados. Y además están los testigos –que cuentan historias de una gran crudeza–, los familiares de los fallecidos, los severos fiscales, los abogados defensores, que utilizan argucias para tratar de salvar a sus clientes, el tribunal, que debe emitir sentencia… La justicia evalúa con frialdad la barbarie.

Emmanuel Carrère cubre el juicio y envía sus crónicas semanales a L’Obs. Esos textos son la base de este libro. En sus páginas encontramos la narración del juicio, la voz de las víctimas, los advenedizos que han tratado de hacerse pasar por víctimas, los héroes que ayudaron a detener a los criminales, los corrillos de los abogados, los detalles entre bambalinas… La dimensión humana y la dimensión política. El resultado: un volumen sobrecogedor y un testimonio necesario. El periodismo hecho literatura a través de la perspicaz mirada de Carrère.

V13. Crónica judicial
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