Nada mejor para conectar a los jóvenes con la lectura que dejar que sea una propia autora joven quien desparrame su profusa imaginación en novelas cargadas de emociones. Y por qué no, con esa noción del despertar hormonal que todo lo invade con la locura propia de la edad. Porque sí, además de Elisabet Benavent hay otras autoras del romántico juvenil.
Porque en esa idea reside la máxima sintonía con muchos de estos lectores jóvenes a fin de asentar un hábito por la lectura útil en todo momento. Leer es despertar imaginación y favorecer el sentido crítico con la costumbre de introducir conceptos desde lo intelectual y no solo desde la imagen y el sonido, siempre anuladores de tanto potencial.
Bienvenida entonces Chloe Santana y sus historias de batallas y conquistas amorosas, de brillantes enamoramientos para una edad en las que las pulsiones románticas gobiernan, prácticamente, sobre todas las cosas. Pero es que, además, en ocasiones Santana se atreve con ese híbrido que ya apunto a la escritora en ciernes para otro tipo de géneros de adultos. En algunas de sus novelas aparecen tramas complementarias de misterio con tintes de suspense. Toda una caja de sorpresas…
Top 3 novelas recomendadas de Chloe Santana
No eres mi tipo
Hay un tiempo en el que el amor puede ser un entretenimiento trivial. Incluso puedes creer que lo tienes controlado, pero siempre acaba llegando el momento del enamoramiento sin retorno. Solo que…, cuando las cosas terminan por no ir del todo bien, la frustración te aturulla. Tómatelo con humor. Has caído en las redes del amor y poco puedes hacer por evitarlo.
Esa es una de las lecturas que puedes sacar de esta novela No eres mi tipo, de Chloe Santana. Su protagonista Ana se mueve en las aguas del desamor, todo aquello que el amor anunciaba como algo maravilloso en su entorno parece sucumbir al desgaste. Desencantada por experiencia propia y también al comprobar que sus progenitores no se querían tanto como pudiera parecer. En la vida de Ana el amor es una emoción en fase recesiva, en peligro de extinción. En ausencia de todo vestigio de amor todo adquiere un tono gris.
El jefe de Ana es de un gris supino, como su propio trabajo. Aunque la propia Ana reconoce que en su sobriedad, su jefe no está nada mal. Está segura de que, si le permitiera acceder a él, podría sacarle brillo y color, todo aderezado con una sonrisa más amable que su habitual porte hierático de Dios griego. Ana sobrevive gracias al humor, una hilaridad que empapa la historia y que te saca una sonrisa con mágica cadencia. (No recomendado para su lectura en espacios públicos, lo de reírse solo no siempre está bien visto…)
Los 25 años de Ana no son tantos. Una buena edad en la que todavía sobrellevar su incapacidad crónica para materializar su sueño de encontrar a su media naranja. Pero depende de cómo se mire. Para Ana en ocasiones los 25 son un cuarto de siglo y en otras apenas un soplo de tiempo en el que no le ha dado tiempo de hacer nada interesante, aún. ¿Qué podemos esperar de Ana? y lo que es más trascendental para este personaje tan natural, mágico y espontáneo… ¿Qué puede esperar Ana de sí misma? De momento lo tiene claro, el truco es sonreír, reír incluso de sí misma y del esperpento en el que anda metida su vida últimamente.
Mientras disfruta del nihilismo amoroso que en ocasiones se torna desesperante, permanece agazapada, esperando su oportunidad para tirarse a la yugular del destino… y, desde ahí atacarlo al corazón mismo. Una novela para amantes o despechados, para supervivientes y náufragos del amor, para enamorados obnubilados y para los que creen que el amor es solo una ficción, un engaño emocional….
Despierta
El amor, o más bien la pasión tiene ese no sé qué que convive con lo enigmático y lo oscuro. Debe ser por aquello de la atávica convivencia del sexo con otro tipo de tabús. Precisamente por esos vínculos entre pasiones y subconsciente, la propuesta de esta historia rezuma intensidad. Rebeca despierta en un psiquiátrico con uno de esos fallos de identidad ya clásicos en literatura y cine. Ella cree a pies juntillas que se Pamela Blume, una abogada enfrascada en una investigación trascendental.
La realidad construida en torno a ella se empeña en anular lo que los médicos llaman un brote paranoide, pero Pamela, al contrario, va tomando más y más consciencia sobre lo que es. Y visto lo visto debe actuar de manera convincente y sibilina para salir de semejante plan demencial para anularla. En su frenética aventura hacia el despertar, acompañaremos a Pamela por una trama intensa en todos sus extremos, hacia un final sorprendente y hasta extasiante.
Todos los veranos contigo
El estío y su propensión para los amoríos de apariencia eterna y naturaleza fugaz. Ningún momento mejor para que una historia como esta ofrezca ese gusto de descubrimiento de nuevos besos y abrazos.
Solo que, para colmar la trama, Chloe Santana nos acerca a otros componentes y ramificaciones que apuntan hacia otros riesgos que circundan todas las pasiones desatadas del verano. Harley pivota entre Matt y John con muy diferentes perspectivas iniciales. Matt la acoge de sumo grado cuando esta se enfrenta a graves problemas mientras que John, hermano de Matt, la observa con reticencias.
Porque ella ha sufrido un accidente y dice no recordar nada y Matt está dispuesto a ayudarla mientras que John, alejado del enamoramiento que sufre su hermano, considera que algo chirría en el asunto. Entre la relación creciente de Matt con Harley y la investigación paralela de John, nos enfrascamos en un triangulo repleto de sorpresas hacia un final sorprendente.
Otros libros recomendados de Chloe Santana
Todas las veces que fuimos un desastre perfecto
Lo imperfecto viene después. La perfección inicial se va resquebrajando poco a poco. Del enamoramiento quedan paredes desconchadas y goteras. Pero también de la decadencia queda uno prendado cuando descubre que lo que queda es lo que hay…
Gabi Luna es la voz de Yugen, el grupo de moda que arrasa entre los adolescentes. Todos creen conocerla, pero debajo de una coraza superficial, se esconde una chica vulnerable que desea que alguien la vea de verdad. Pol es una constante en su vida. El chico malo del rock. El amigo de su hermano y el batería con el alma rota. Los rumores de una relación entre ambos los llevarán a replantearse sus sentimientos y a generar fuertes tensiones con el resto de los miembros.
Si los polos opuestos se atraen, tal vez tengan una oportunidad en un mundo que se empeña en definirlos. Porque hay desastres perfectos, corazones que se entienden y personas por las que merece la pena esperar. Después de Todas las veces que me enamoré de ti y Todas las veces que saltamos al vacío, Chloe Santana vuelve con Todas las veces que fuimos un desastre perfecto, la tercera entrega de la tetralogía Y#gen, una historia en la que se muestran todas las caras del amor y en la que, a veces, enfrentarse a los miedos es el único camino.
