La casa de los nombres, de Colm Tóibín
La Orestíada tiene ese punto de obra inmortal. Su inmaculada conservación desde la antigua Grecia hasta hoy, la convierten en un enlace con el origen de nuestra civilización, en un cauce de comunicación con ese mundo en el que todo empezó. Y como reza la cita latina: «Nihil novum sub …