La inesperada visita del señor P, de María Farrer
En ocasiones observo a mi hijo de cuatro años y me surge la típica pregunta de las parejas más inquisidoras, solo que en modo reflexivo: ¿Qué estará pensando? Y lo cierto es que, poniéndome en su pellejo, con la dificultad que nos supone a los adultos retomar esas edades de …