El dormitorio conyugal, de Éric Reinhardt
Soy de esos que piensan que empieza pensando que leer una novela dramática no me va a aportar nada. Para sufrir ya está esa realidad recalcitrantemente empeñada en asesinar sueños, como diría Bunbury.Pero que me empecine en desechar lo trágico quizás no sea siempre la mejor opción. Porque en ocasiones …