Las lágrima de Claire Jones, de Berna González Harbour
Los detectives, policías, inspectores y demás protagonistas de las novelas negras suelen padecer una especie de síndrome de Estocolmo con su oficio. Cuanto más aviesos se presentan los casos, cuanto más oscura se adivina el alma humana, más atraídos se sienten estos personajes con los que tanto disfrutamos en la …