Para tí. Los 3 mejores libros de Truman Capote

1924 – 1984… Truman Capote es un escritor con sello generacional, casi diría que estigmatizado, como todo sello o etiqueta que se endosa sin revisión posible. Ocurre que nuestra natural tendencia a agrupar, asociar, caracterizar y etiquetar como si todo fuera un producto acaba limitando todo tipo de expresión creativa o artística. Crudo pero real.

No debiera haber generaciones de no-sé-qué ni tendencias de no-sé-cuánto. Pero bueno…, que me voy del tema Truman Capote en lo estrictamente concerniente a su obra (quizás haya sido su naturaleza subversiva la que me haya conducido a esta última divagación).

La cuestión es que el bueno de Truman fue ese emblema buscado, sí. Sus novelas, auténticas crónicas sociales (tan pronto sobre el brillo de la opulencia como sobre lo más decadente y escabroso del otro lado de la sociedad), magnetizaban a una crítica que lo elevaba a los altares o lo despedazaba. Entre unos y otros acabaron por forjar todavía más al mito.

Referencias vitales necesarias para fundamentar su obra, vayamos a la encomienda de fijar sus 3 mejores novelas, esos libros recomendados de Truman Capote y el orden que les doy en cuanto a mi mayor simpatía lectora.

Novelas recomendadas de Truman Capote

A sangre fría

Coincidir con la mayoría no siempre es un crimen. Casi todo el mundo asegura que esta es la obra maestra de Truman Capote. Por una vez, y sin que sirva de constante, estoy de acuerdo con la mayoría. Destripar la idiosincrasia de un pequeño pueblo para extrapolarla al conjunto de un país siempre polarizado como es Estados Unidos, siempre es interesante…

El 15 de noviembre de 1959, en un pueblecito de Kansas, los cuatro miembros de la familia Clutter fueron salvajemente asesinados en su casa. Los crímenes eran, aparentemente, inmotivados, y no se encontraron claves que permitieran identificar a los asesinos. Cinco años después, Dick Hickcock y Perry Smith fueron ahorcados como culpables de las muertes.

A partir de estos hechos, y tras realizar largas y minuciosas investigaciones con los protagonistas reales de la historia, Truman Capote dio un vuelco a su carrera de narrador y escribió ‘A sangre fría’, la novela que le consagró definitivamente como uno de los grandes de la literatura norteamericana del siglo xx.

Capote sigue paso a paso la vida del pequeño pueblecito, esboza retratos de los que serían víctimas de una muerte tan espantosa como insospechada, acompaña a la policía en las pesquisas que condujeron al descubrimiento y detención de Hickcock y Smith y, sobre todo, se concentra en los dos criminales psicópatas hasta construir dos personajes perfectamente perfilados, a los que el lector llegará a conocer íntimamente. ‘A sangre fría’, que fue bautizada, pionera y provocativamente, por Capote como una «non fiction novel», es un libro estremecedor que, desde la fecha misma de su publicación, se convirtió en un clásico.

A sangre fría

Desayuno en Tiffany´s

Hay que reconocer que no hay mejor retrato del especial cosmos que hizo de New York el centro del mundo. No es que sea una historia sobre el esplendor de la gran urbe de mitad del siglo XX, pero sí sobre los personajes que por ahí se movían entre la Quinta Avenida y sus emblemáticos rascacielos.

Holly Golightly es, quizás, el más seductor personaje creado por este maestro de seducción que fue Truman Capote. Atractiva sin ser guapa, tras rechazar una carrera de actriz en Hollywood, Holly se convierte en una estrella del Nueva York más sofisticado; bebiendo cócteles y rompiendo corazones, parece ganarse la vida pidiendo suelto para sus expediciones al tocador en los restaurantes y clubes de moda, y vive rodeada de los tipos más disparatados, desde un mafioso que cumple condena en Sing Sing y al que visita semanalmente, hasta un millonario caprichoso de afinidades nazis, pasando por un viejo barman secretamente enamorado de ella.

Mezcla de picardía e inocencia, de astucia y autenticidad, Holly vive en la provisionalidad permanente, sin pasado, no queriendo pertenecer a nada ni a nadie, sintiéndose desterrada en todas partes pese al glamour que la rodea, y soñando siempre en ese paraíso que para ella es Tiffany’s, la famosa joyería neoyorquina. «Desayuno en Tiffany’s» es una extraordinaria novela corta que, por sí sola, bastaría para consagrar a un autor.

Desayuno en Tiffany's

Crucero de verano

Esta novela tiene un punto muy particular. Se trata de la obra inacabada. Ya solo por eso, los devotos de Capote consideran que merece la pena para tratar de alcanzar el imaginario del autor. Suponer, divagar, plantear el final que Capote no encontró.

Una historia diferente en la que recrearse… Grady McNeil tiene diecisiete años y ha convencido a sus padres para que la dejen sola en el piso de Central Park mientras ellos hacen un crucero de verano. Nadie se explica por qué desdeña Europa por el verano de Nueva York. Pero Grady tiene un secreto: está enamorada. Un amor con barreras. Porque Grady, nacida en lo más alto de la escala social, ama a Clyde Manzer, un jovencito de veintitrés años que trabaja en el parking donde ella guarda su coche. Clyde es judío, veterano de guerra y de clase media baja, muy baja.

Un amorío de vacaciones que se irá volviendo más serio, más turbio, más equívoco… En 1966, Capote se mudó de su piso de Brooklyn y abandonó una caja con papeles que el portero del edificio rescató.

En 2004, el contenido de esa caja fue subastado en Sotheby´s. Y allí estaba este manuscrito, la novela que Capote había comenzado a escribir en 1943, en la que siguió trabajando durante años, y luego abandonó.

Crucero de verano
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