3 mejores libros de Émile Zola

Leer a Zola, acercarse a su obra, resulta siendo una visita guiada en un museo literario donde se exhiben los retratos de la realidad más particular de los personajes así como la realidad social más evidente y palpable, la de cualquier persona que pudiera ser tomada como protagonista a fin de, simplemente, ocupar momentáneamente otra alma desde la más calma hasta la más violenta.

Émile Zola cultivó el cuento, el relato, la dramaturgia y el ensayo. El galvanizador necesario de tan variadas creaciones siempre fue el compromiso con el naturalismo, una especie de reflejo empírico de la realidad humana, un testimonio en clave de ficción donde la única ficción puede ser el nombre aleatorio de los personajes. El fin último de esta propuesta, de la que Zola fue su baluarte, no era otro que una intención de devolución del equilibrio entre el ser humano, su existencia, su entorno.

Tiene sentido este movimiento y esta intención narrativa tras los diversos movimientos políticos y conflictos (Revolución Industrial incluida) que iban cerrando el siglo XIX. Devolver al ser humano a su aspecto más básico e integrado parecía una tarea necesaria frente a la alienación, la pérdida de la fe y la guerra.

Dicho así, puede parecer que el naturalismo sea algo tedioso, un relato plano ultrarrealista. Pero la gracia está precisamente en demostrar lo contrario. En lo pequeño de la vivencia de un personaje, Zola extraía lo sublime de vivir, de existir.

3 novelas recomendadas de Émile Zola

La bestia humana

O como los demonios pueden acabar emergiendo, atravesando el muro de las apariencias y de la asunción de las convenciones. Relato sobre el asesino sometido a dictados prácticamente genéticos, el destino como una atroz ruleta de la mala fortuna.

Resumen: Jacques Lantier, solitario y misógino ingeniero de locomotoras, se enamora de Sévérine, la mujer del jefe de estación Roubaud. Este crudo relato de asesinato, pasión y posesión, es la novela número diecisiete de las 20 publicadas por Émile Zola con el título genérico Les Rougon-Macquart.

Zola desgrana un crudo retrato de la condición humana; un estudio compasivo de cómo los individuos pueden llegar a descarrilar por fuerzas atávicas más allá de su control.

La obra evoca poderosamente el final del Segundo Imperio en Francia, donde la sociedad parecía lanzarse hacia el futuro como las nuevas locomotoras y ferrocarriles que construía. Zola nos recuerda que bajo la chapa del progreso tecnológico permanece siempre la bestia que llevamos dentro. La novela ha sido llevada al cine por directores de la talla de Jean Renoir o Fritz Lang.

La bestia humana

Trabajo

Una lectura estrictamente literaria nos ofrece un vistazo renovador de la posible utopía, de la igualdad y el equilibrio como un bien necesario y alcanzable.

Resumen: Escrita en 1901, poco antes de la muerte del gran novelista francés, se ha convertido en una especie de testamento literario y político. Literario, porque Zola desafío, en esta novela, las nuevas tendencias espiritualistas; político, porque abogó en ella por la utopía.

Zola describe en Trabajo la culminación del proceso revolucionario que había esbozado en Germinal, la gran novela aparecida en 1885. La actualidad de Trabajo estriba en que presenta otra alternativa al hoy en día proclamado, por el capitalismo, fin de la Historia.

Trabajo plantea además la problemática de si la utopía es o no novelable. O dicho de otro modo, si se podrán seguir escribiendo novelas en un estado social sin injusticias ni tensiones humanas. Y quienes mantienen que el naturalismo era una estética pesimista, encontrarán en esta novela una incontestable refutación. Porque el naturalismo, como demuestra Trabajo, tendía a la transformación del mundo en sentido positivo.

Trabajo, de Zola

La obra

Mestizaje total de lo literario y lo pictórico. Cuando Zola ya se encontraba en el ocaso de su vida, empezaba a ver en las nuevas corrientes pictóricas un seguimiento a su iniciado naturalismo.

La realidad en sus colores justos, bajo una subjetividad detallista del artista, hacia una réplica del mundo bajo los mundos de cualquiera que sepa encontrar belleza, color y optimismo.

Resumen: La gran novela de Émile Zola sobre los inicios del impresionismo. Sin duda, La obra es la novela más autobiográfica de Zola, el fundador del naturalismo francés y uno de los novelistas más leídos del siglo XIX. Inspirándose en su propia relación con Paul Cézanne, a quien conoció cuando eran niños, Zola cuenta la historia de un pintor que lucha por ser reconocido en los círculos artísticos parisienses.

La obra capta, con gran viveza, la vorágine creativa de París, el núcleo de la bohemia intelectual y artística que alumbraría el impresionismo.

La obra, de Zola
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