En el caso de Gonzalo Torrente Ballester nos encontramos ante uno de los últimos grandes cronistas literarios de nuestra historia reciente del siglo XX, junto a Miguel Delibes. Probablemente el gusto por narrar la intrahistoria de España nació con Benito Pérez Galdós. Su voluntad de escritor comprometido en una narrativa casi periodística ofrecía una visión paralela y en ocasiones alternativa de lo ocurrido oficialmente, intención que caló tanto en Delibes como en Torrente Ballester.
Así, llegamos a nuestros días con el referente de estos tres autores, para mí encargados de narrar exhaustivamente las vivencias del pueblo, los acontecimientos pasados desde la verdad última de la gente que transitaba por un país en continuo conflicto, pero siempre gobernado por una férrea moral desde lo religioso a lo político.
Centrándonos en Torrente Ballester, el indicado nivel de compromiso se descubre en su extensa bibliografía que ronda los 50 libros, algo inferior a los monstruosos Delibes y Galdós. De cualquier forma su obra sigue manteniendo esa noción de literatura enciclopédica donde encontrar multitud de microcosmos, de intrahistorias, de verdades palmarias sucedidas en esta vieja península ibérica.
Si acaso, hay que decir que Torrente Ballester, a mi parecer, se asoma más al personaje, a la psicología, a la perspectiva vital de sus protagonistas empeñados en revelar sus éxitos y sus naufragios en los mundos grises de la guerra civil, o del periodo entreguerras, o de los años treinta… Una forma inteligentísima de relatar lo ocurrido desde las impresiones personales de sus personajes. Quizás una manifiesta intención por mostrar lo subjetivo de su propuesta, evitando voluntades adoctrinantes.
Top 3 novelas recomendadas de Gonzalo Torrente Ballester
Los gozos y las sombras
Uno de esos títulos imborrables del imaginario popular. Si no fue el libro fue la serie, pero casi todos aquellos que ocupamos un tiempo importante de nuestras vidas en el siglo XX sabemos de qué trata el asunto… Pueblanueva del Conde como cualquier otro pueblo de España.
Un lugar asomado al cantábrico y suspendido en el tiempo, como aislado de todo avance cronológico, como asustadizo frente al cambio y asumiendo su destino de trabajo y adoración del dueño.
Pero los vientos de cambio siempre acaban soplando sobre cualquier lugar, más aún en aquellos años 30 agoreros. El viejo imperio de poder de los Deza contra los pujantes nuevos ricos de los Salgado.
Un conflicto que el pueblo anhela para que todo siga sus derroteros consuetudinarios. Pero incluso las almas de las gentes, de los que antaño ostentaban el poder pueden andar sometidas a nuevos vientos.
Pueblanueva pasa entonces a ser un extraño carnaval donde cada cual vive su mascarada entre las apariencias y las pasiones, entre la codicia y la esperanza, entre el odio y el incontrolable amor…
Crónica del rey pasmado
Para ser tan pasmado, lo cierto es que los treinta hijos bastardos que se le imputan a Felipe IV podrían suponer que media España tenga sangre azul a día de hoy…
La cuestión es que Torrente Ballester se fijó en este rey para construir una novela de humor sobre un periodo histórico de la España barroca del siglo XVII que ponía de manifiesto que la socarronería es un tipo de humor de patente hispánica.
Entre tantos desfogues sexuales extramaritales con mujeres que lucían sus cuerpos con naturalidad y desenvoltura, Felipe IV consideró que ver a su mujer desnuda no debiera ser un asunto tan esotérico. Y así lo hizo ver a todo el mundo en su Corte.
Y así acabó llegando a todos los súbditos del viejo reino. Los entresijos para que Felipe IV consiga su anhelo se convierten en toda una odisea por la que el lector es conducido entre la fascinación, la sorpresa, el humor y el desconcierto…
Filomeno, a mi pesar
Corría el año 1988 y esta novela se convirtió en el premio Planeta, adquiriendo para mi el valor reconciliatorio entre la nueva narrativa de finales del siglo XX y la gloria de los grandes cronistas como Torrente Ballester o los antes citados Delibes y Pérez Galdós.
En muchas ocasiones se dice que el nombre marca. Que tus padres pueden jugar con tu futuro al ponerte el nombre, es indudable. Y así ocurre con Filomeno, quien busca su vida fuera de España mientras se desarrolla la Guerra Civil.
Al regresar a España es Europa entera la que se asoma al abismo y él, un tipo gris e inseguro, parece cargar sobre sus espaldas con la tragedia que siempre va dejando atrás.
Las vivencias de Filomeno se relatan como los avatares personales de un tipo singular extrapolados a cualquier persona que vivió en pleno siglo XX, mientras el mundo parecía que iba a desangrarse por completo.
Entre la tristeza, las inseguridades y un cierto deje cómico, conocer a Filomeno es atravesar la historia con esa intención de crónica del detalle, de suma de vivencias hacia la idea última de la desubicación del ser humano ante un mundo cambiante y siempre asomado a lo trágico.