Hay algo de literatura como fe recuperada en casos como el de la italiana Beatrice Salvioni. Y digo casos porque ocurrió hace poco en España con David Uclés. Escritores jóvenes que componen nuevos escenarios entre tantos y tantos lugares comunes, sobreexplotados como bosques hechos desiertos narrativos.
Uclés y Salvioni, Salvioni y Uclés. Y tener algo que contar más que tener algo que editar. Solo así se puede conseguir que la literatura sea algo más que un producto de consumo sin mayor poso. No está mal comer hamburguesas, pero cuando todos los días nos ofrecen hamburguesas…
Aunque casi mejor, porque así Salvioni o Uclés se presentan como ambrosía de un menú pantagruélico en nuevos usos, o al menos en usos aparcados: ingenio, creatividad, diversidad y arte, sobre todo arte para contar las cosas. No es que ambos compartan temática, escenario o estilo. Pero ambos apuntan a esa querencia casi espiritual por la narración, a la par que estructuran sus libros más afamados como una suerte de pasajes intrahistóricos de aquellas españas y aquellas italia no tan lejanas…
Sin más, atrévete a descubrir a Beatrice Salvioni y no te arrepentirás.
Top mejores libros de Beatrice Salvioni
La malnacida
Nacer marcada como ganado. Heredar ese no sé qué de bruja que las «malas mujeres» podían, y aún pueden, arrastrar como una siniestra cola de vestido que barre las malas conciencias de todos. Desde esa idea de fatalidad cargada a las espaldas desde la infancia, descubrimos ese poderío insondable del ser humano forzosamente diferente, pero dispuesto a su lucha donde tantos otros se habrían dado por vencidos.
Monza, Italia, 1936. Francesca, de trece años, yace a orillas del río Lambro bajo el peso de un hombre muerto que ha intentado violarla. Su amiga Maddalena se arrastra desde el agua y la ayuda a zafarse del cuerpo, que esconden entre unos arbustos. La relación entre las dos adolescentes comenzó un año antes, cuando Francesca quedó fascinada por la rebeldía de la que todos llaman «la Malnacida», de origen humilde y siniestros poderes.
Contraviniendo la voluntad de una madre obsesionada por las convenciones e ignorando las malas lenguas que achacan varias muertes a la Malnacida, Francesca se unirá a su pandilla para descubrir una nueva forma de vida rebosante de libertad. Sin embargo, la guerra y el fascismo pondrán a prueba su vínculo, y las dos amigas deberán decidir si aliarse contra la opresión social y la injusticia o dejar que el curso de la historia las separe para siempre.

La malacarne
Quizás no siempre sea oportuno abundar en el éxito. Pero Salvioni aún tiene el crédito, el beneficio de la duda de que pueda estar componiendo una obra necesariamente en volúmenes.
Estamos en Monza en abril de 1940, y Francesca lleva cuatro años sin noticias de Maddalena. Su amiga está encerrada en un manicomio y nunca ha respondido a las cartas que le ha enviado. ¿Estará resentida? La vida de Francesca también se ha visto alterada: ha huido de casa para vivir con Noè Tresoldi, lo que ha provocado un escándalo. Su madre la acusa de ser una degenerada, una malacarne.
Cuando Maddalena regresa al pueblo, aparenta ser la muchacha valiente de siempre, pero resulta claro que las cosas ya no son iguales. Al tiempo que intenta averiguar qué ocurrió en el manicomio, mientras las dos amigas tratan de redefinir los límites y el alcance de su amistad, el país entra en plena guerra, el hambre y el miedo no paran de apretar y Francesca y Maddalena han de enfrentarse a complicadas decisiones. ¿De parte de qué bando se pondrán?
