Mejores películas de novelas de Stephen King

El maestro de maestros da para mucho más que su mera obra novelística. Y hoy me apetece hablar de las mejores películas de Stephen King. Porque aunque casi nunca es él quien dirige, su impronta narrativa lo hace inconfundible a poco que se consiga transmitir la intensa carga de sus historias.

El potente imaginario de Stephen King siempre ha sido un feraz campo del que acabar cosechando para el cine y la televisión. Cuando las historias de un autor como King consiguen esa visualización de cada escena y consiguen mantener la tensión narrativa incluso desde los diálogos en apariencia intrascendentes o las necesarias descripciones enriquecidas prodigiosamente, el resultado siempre es una suerte de guión encubierto repleto de acción y suspense, con las gotas de ese thriller psicológico (cuando no el terror) bajo el que siempre se etiqueta a este autor pero que sorprendentemente no siempre es la noción principal de cada historia.

Lo extraordinario desde lo común. La descripción de lo anodino, de lo estereotípico para hacerlo saltar por los aires momentos después. O la fantasía desplegada desde el primer momento solo que trufada de personajes de un mimetismo estremecedor para hacer sentir cada trama como propia del lector.

Así, no es de extrañar que las pequeñas y grandes pantallas hayan tenido siempre a este autor como un proveedor primordial de grandes historias. Las novelas de Stephen King llevadas al cine son ya toda una videoteca a la que han sucumbido grandes directores como Kubric o Brian de Palma y que todavía hoy aún son revisadas y recuperadas desde cualquier momento anterior de su producción novelística.

Pero lo mejor de todo es que, más allá de las etiquetas, algunas de esas películas han servido para ofrecer un acercamiento al creador por excelencia, con sus historias terroríficas, sus misterios, sus fantasías y ese extraño humanismo magnético que se desprende de unos personajes expuestos a situaciones extremas.

Lugares comunes en los que no queda otra que reconocer esa especie de don de Stephen King para pincelar una exuberante psicología propia de alguien dotado para relatar sobre lo divino y lo humano, aunque sea con los pies de sus personajes al borde del precipicio.

3 mejores películas basadas en libros de Stephen King

Cadena perpetua

DISPONIBLE EN CUALQUIERA DE ESTAS PLATAFORMAS:

Que no te despiste el título ni el logrado adorno argumental que hizo Darabont para acabar presentando una de esas películas eternas.

Esta es una historia del idolatrado maestro. Cuando leí el volumen «Cuatro estaciones», donde quedó insertada la novela corta original de la que salió esta peli, (probablemente la menos inquietante del volumen pero sin duda la más sugerente), tuve esa sensación de que, pese a disfrutar de las historias, lo único que las vínculaba era esa extraña asignación estacional.

Sabe Dios porqué lo haría. Probablemente en una creatividad tan profusa, King tenía que ir dando salida a sus obras. La cuestión es que ya tras las cámaras de Darabont la historia gana más la noción de épica vital de la historia que cualquier otro aspecto.

Claro está que el universo interior del prisionero Andy Dufresne con su vértigo sobre un asesinato que nunca llevó a cabo, sobrevolando además con la sensación de derrota vital que lo guiaban por peligrosos laberintos en la novela, quedan simplemente en intuiciones en la peli.

Lo que prima en los 142 minutos del largometraje es esa profundidad del hombre que alberga secretos y planes. Es eso o acabar colgado de su celda.

Por mucho que se tilde a King de siniestro, pocas obras mejor que esta para afrontar esa superación llegada desde la ficción como placebo. Una historia que fascina a cualquiera y que se mueve en un lirismo derrotista que solo al final del fangoso tunel, atisba una última brizna de esperanza. Frase de la peli: «¿Sabes lo que dicen los mexicanos del Pacífico? Que no tiene memoria».

La milla verde

DISPONIBLE EN CUALQUIERA DE ESTAS PLATAFORMAS:

¿Quién no se acuerda de la cistitis de Tom Hanks? El bueno de Paul Edgecomb sufre de esa dolencia que le hace palidecer cuando se enfrenta a una simple micción. Tan solo es un detalle, de esos que indicaba anteriormente como traídos de lo cotidiano.

Y sin embargo ese dolor que tiene al oficial de la prisión de Cold Mountain atenazado acaba convirtiéndose en el lazo que nos saca de la realidad. Ocurre cuando el negro John Coffey lo coge por las pelotas y le extrae todo el mal concentrado en sus vías urinarias.

Ese es el punto de inflexión en el que la fantasía acaba por empapar la sordidez de una última milla por la que los hombres transitan hacia la justicia finalista.

Entre la muerte anunciada en cada nueva ejecución «… la corriente atravesará tu cuerpo…» a una nueva corriente que el sentenciado Coffey genera para eliminar cualquier mal, pese a que el mal le haya tendido una trampa poniéndo su virtud sobre la maza de la justicia de los hombres, encargados de cagarla desde Jesucristo hasta John Coffey.

La capacidad de King para ofrecernos perfiles intensos en cada uno de los internados, desde la ternura de Delacroix hasta la demencia de Billy el niño, pasando por las personalidades de los guardianes de la prisión se mantiene en una peli que acaba funcionando mejor gracias a ese alcance de lo particular de cada persona.

Un novelón y una película que consiguió su mismo fin. Frase de la peli, de John Coffey: «Estoy cansado del dolor que siento y oigo por el mundo cada día, hay demasiado dolor, son como trozos de cristal por mi cabeza que no puedo quitarme, ¿Puede entenderlo?»

El resplandor

DISPONIBLE EN CUALQUIERA DE ESTAS PLATAFORMAS:

Para los más puristas cinéfilos, esta es la mejor de las adaptaciones. No podía ser otro que Kubrick (Tras su adaptación de la Odisea espacial que eclipsó la historia original de Arthur C. Clarke), quien pudiera equilibrar con el peso de su escenografía la inconmensurable potencia de una narración sobre la entrada en la locura.

Los dos genios hicieron de esta historia una de las más emblemáticas historias de terror, con multitud de escenas replicadas por todo el mundo. Pasillos por los que manaba la sangre, niñas gemelas que ofrecen juegos en alguna dimensión oscura, la desenfrenada mirada psicópata de Nicholson al otro lado de la puerta, el laberinto en la noche fría por el que la muerte parece asomar a cada nuevo giro…

Quizás la pelicula pierda un poco el peso del tránsito hata ahí. Jack solo era un escritor en busca de un refugio donde encontrar inspiración y disfrutar de su familia en los ratos libres.

La peli se centra más en el juego de prismas sobre el origen de la locura de Jack. Era cosa suya o ha sido el hotel quien lo ha empujado a ese anhelo de muerte de sus seres queridos.

Sobre esta peli se ha dicho incluso que Kubrick tuvo que convencer al autor sobre la conveniencia de los cambios. E incluso un fin alternativo quedó finalmente apartado para siempre. Mitos de las grandes pelis. Frase de la peli: «La adulación es lo que engrasa las ruedas del mundo«.

Por supuesto que después podemos encontrar más brillantes casos de adaptaciones al cine o a la tele por medio de series o películas que no han pasado por la gran pantalla.

Casos como el de It, que cambió el paradigma del payaso hacia un rol oscuro gracias a ese juego entre polos opuestos en el que Stephen King es el mejor. O incluso Salem´s Lot, que encontrará una nueva versión en pocas fechas. Pero para mí las 3 anteriores son las mejores.

La mejor serie adaptada de Stephen King

22/11/63

Con especial cariño, ya puesto en series, recuerdo las entregas de 22/11/63. Porque más allá de que el libro siempre gana, los escenarios de esta adaptación acaban por trasladarte a ese umbral del tiempo entre presente y pasado con el mismo disfrute que te conduce en su lectura entre momentos dispares de la Historia.

Una adaptación de 22/11/63 que mima los detalles para conseguir transmitir al máximo la esencia de la novela. Personajes como tarjeta amarilla aparecen como si realmente hubieran sido importados de tu imaginación lectora. Romances llegados entre habitantes de diferentes momentos históricos que cobran la misma intensidad que en su lectura…

Las calles de Dallas esperando el infausto momento del magnicidio, el bar desde cuyo trastero se pasa de presente a pasado. Todo está muy bien hecho para compensar la sintonía con la psique de los personajes que siempre es más honda cuando se lee.

5/5 - (13 votos)

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.