La literatura japonesa actual llega a occidente, siempre capitaneada por el deslumbrante murakami yosemphana ndi Mphoto ya Nobel ya Mabuku ngakhale kuli mamiliyoni ake owerenga mwachidwi. Koma olemba ena ambiri aku Japan amadzutsa magnetism amenewo ndi nyimbo inayake, uzimu ndi kukongola kuti zonse zaku Japan amalembedwa ngati osula golidi omwe adalemba zilembo pamitu yake iliyonse.
Kawabata ndi m'modzi mwa olemba zaka mazana makumi awiri omwe adayamba kusoka pakati pa zikhalidwe zakum'mawa ndi zakumadzulo kuti apereke zolemba zake monga kaphatikizidwe kazinthu zomwe zikuwonjezeka kwambiri. Natsume Soseki fue sin duda, a resultas de las obras de Kawabata con inspiración entre lo espiritual y lo tragicómico, uno de sus más absolutos referentes en ese existencialismo cargado de lirismo entre lo alegórico, cuando no directamente con lo fabuloso.
Ndi mphamvu zake zosatheka, Soseki ndi mzimu wabwino m'mabuku akum'mawa kwambiri a nthawi yake. Corrientes como el surrealismo o el esfuerzo renovador del modernismo eran ya exploradas, según sus bases teóricas, por este escritor del otro lado del mundo que hizo de sus novelas, obras imperecederas.
Ma Novel Aotchuka Kwambiri 3 a Natsume Soseki
Kokoro
El discípulo y el maestro encontrados de la manera menos imaginada. La amistad entre personajes de generaciones muy lejanas en cuya interacción nos acercamos a una riqueza que servirá más a quien tiene todavía un buen saco de tiempo. Y precisamente por eso, pronto descubrimos que el fin de Sensei, el maestro, no es otro que entregar su tiempo al ser humano por hacer. Abnegación con la doble cara de la amistad férrea. Una novela hecha a poco tiempo vista de la propia vida del autor.
Ndi malingaliro akuti posachedwa achoka pamalopo, Soseki akuwoneka kuti wasiya moyo wake munkhaniyi ndi otchulidwa ake omwe amaposa chilichonse.Con apasionantes escenas que también despiertan ese punto de humor que Soseki siempre supo manejar, nos abrimos a la confesión como enseñanza del ejemplo. Sinceridad brutal de Sensei como confesión con un joven que representa a la vida que ya a él le abandona.
Chifukwa mwa zina mwaziphunzitsozi timapezanso kufunikira kodzimasula ku mlandu wa nkhalamba. Koposa chilichonse chifukwa munthu wanzeru yemwe ali pano, alinso wopusa wosochera pakati pa mseu.
Ndine mphaka
Una novela en el que el narrador hecho gato se va moviendo por los escenarios con la naturalidad de un animal que pasa tan anodino como un gato pero que al final sirve a la causa del relato de puertas hacia adentro para la más descarnada parodia clasista. Porque el gato lo ve todo y se nos pronuncia sobre todo, con la hilarante sensación de su pensamiento dirigido a la manifestación del ridículo de lo humano. Los Kushami son una familia reconocida en su entorno.
Pero como toda familia, y más si cabe en un entorno burgués adornado de oropel, los trapos lavados en el interior salpican la conciencia de todos sus personajes con sensaciones de culpa, del ridículo egoísmo que los mueve y de las pasiones inconfesables.Japan yachifumu momwe chiwembucho chimayendera imakhala malo omwe amphaliranso mphaka. Kuti tipeze kupeza kukakamizidwa kwamakhalidwe oyipa wina ndi mnzake mgulu lodzaza mafomula, misonkhano yayikulu komanso zosokoneza zomwe munthu aliyense akuchita.
botchan
Khalidwe lomwe, kutali kwake, limatha kulumikizana ndi ena mwa anthu odziwika bwino m'mabuku amakono akumadzulo (ndipo pali zochitika zambiri zochulukirapo kuti musaganizire zakukhudzidwa mwachindunji). Kuchokera Ignatius mwachidwi kudutsa Ogwira Caulfield mmwamba Chitchainizi. Todo lo subversivo de nuestro imaginario literario puede encontrar espejo en el previo Botchan, seguramente con mayor toque de aventura que las réplicas indicadas pero con el mismo carácter controvertido. Porque el profesor Botchan debería mostrar esa fe en la enseñanza, esa vocación por alumbrar al alumnado.
Y, sin embargo, sus particulares diatribas, su visión del mundo y su humor ácido, acaba emergiendo frente a unos chicos que pronto detectarán en él al tipo desencantado que está ahí sin ánimo alguno. Como ocurre en tantas ocasiones, en este tipo de personajes al borde del nihilismo, se acaba descubriendo esa humanidad rebosante bajo la máscara del estoicismo.