Los 3 mejores libros de Nathaniel Hawthorne

Ser romántico supone melancolía, desencanto y desarraigo. Ser además un escritor romántico debe considerarse como una brillante forma de rebeldía en la forma, como una escapada del prosaico mundo revistiendo esa misma prosa de adorno y oropel, haciendo una primera concesión estética que puede acabar por despertar intensos contrastes con la cruda realidad.

Y en esa extensión del romanticismo hacia la estética oscura, hacia lo gótico, se movió el bueno de Nathaniel Hawthorne, uno de esos tipos brillantes que pudo haber medrado en ámbitos de poder, que incluso se codeó con el taciturno presidente yanki Franklin Pierce, cuyo transitar político siempre quedó marcado por el fallecimiento de su hijo y la reclusión casi fantasmagórica de su mujer.

Pero ser escritor conlleva siempre un punto de renuncia a la farsa, al menos para quien pretenda convertirse en un escritor de libro auténticos, aquellos que escribe el alma, como diría Atahualpa Yupanqui.

Su querencia por lo oscuro quizás tenga algo de fuerza telúrica. Hay que recordar que este escritor decimonónico pasó gran parte de su juventud en el estado de Maine, allí donde el gran Stephen King acabaría escenificando gran parte de sus oscuras novelas de nuestros días.

Hawthorne fue muy reconocido por sus cuentos, pero también compuso grandes novelas que han llegado hasta nuestros días con un mayor gusto de autenticidad y con un reconocimiento ya si mundial. Nada mejor que un escritor que se introduce en las brumas de sus tiempos para cautivarnos con lo único que nos queda, el imaginario de una época pasada…

Top 3 mejores libros de Nathaniel Hawthorne

La letra escarlata

Siendo el siglo XIX un tiempo de contrastes entre el puritanismo y la libertad de conciencia que iba ganando espacios en todas las clases sociales, esta novela se presentó como un canto a la libertad en un Estados Unidos donde trataba de recuperarse una moral retrógrada, involucionando descaradamente.

Hester Prynne es uno de esos personajes femeninos que ciertamente sirven a la causa de la liberación, del feminismo, cuestión que reflejada por un autor varón de la época cobra especial relevancia en una lucha que siempre debió ser conjunta.

Frente a la mujer adúltera, vilipendiable, odiosa a los ojos de la sociedad formal emerge la imagen de la mujer liberada, adelantada a su tiempo. Si no es ella la que lucha por su espacio nadie lo hará. Los personajes del reverendo Dimmesdale o Chillingworth no hacen sino mostrar el conflicto en el que se movía la sociedad de su tiempo.

Una novela con esos tintes oscuros que tanto gustaba de desarrollar el autor en su obra más gótica pero que, no obstante, acaba descendiendo hasta lo más profundo de aspectos diversos como los conflictos sociales, la culpa, el arrepentimiento, la angustia, las pasiones, la moral, la religión y las contradicciones que siempre han acompañado a la razón.

La letra escarlata

La casa de los siete tejados

Lo cierto es que no es fácil elegir entre la novela anterior y ésta. Si bien la primera tiene ese brío de lo reinvidicativo, de la intención de venganza frente a la crueldad, en este segundo caso es ese nacimiento del terror telúrico, de la tierra como un lugar donde pueden arraigar maldiciones y siniestras visitas desde el más allá.

Visitamos la población de Salem (tiene toda la pinta de que se fundametara aquí el Salem´s Lot de Stephen King). Corre el siglo XVII y el coronel Pyncheon decide levantar una gran casa de postín que lo acabe diferenciando como el gran hombre del lugar que es. El lugar donde cimentará su hogar ocupa la vieja vivienda de Mathew Maule, condenado hacía poco tiempo por brujo.

Sin duda se trata de un gesto de suficiencia y poderío. El problema es que para un ser «malmuerto» como el susodicho Maule la decisión se convierte en la mejor ocasión de cumplir todas sus maldiciones sobre aquel que rigió su ejecución, y sobre sus hijos o cualquier descendiente que pueda llevar su apellido…

La casa de los siete tejados

Wakefield

No se puede omitir la dedicación al cuento de este autor consolidado con el poso del tiempo como uno de los más grandes narradores. Casi todos sus lectores señalan el cuento de Wakefield como su mejor composición corta.

La oscuridad en la ambientación acompañan a la oscuridad en las decisiones de este personaje imperecedero. Wakefield personifica alegóricamente todo lo que supone decidir en la vida. Y vistas desde fuera, las decisiones no siempre parecen las acertadas.

Pero poco sabemos sobre el mecanismo interior que mueve a Wakefield, hasta que el autor nos pone al corriente sobre los fundamentos de sus decisiones.

Este relato o cuento viene habitualmente acompañado de otros para cerrar volúmenes conmemorativos que nos acercan a esa dedicación magistral a lo breve.

Wakefield
5/5 - (4 votos)

1 comentario en «Los 3 mejores libros de Nathaniel Hawthorne»

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.