Los 3 mejores libros de Pío Baroja

Cuando leí El árbol de la ciencia tuve la sensación de haber encontrado los motivos que llevan a alguien a querer ser médico. Pío Baroja lo fue, antes de reconducir su vida hacia las letras. Y en eso, en sus letras, hay una comunión perfecta con su alma centífica, esa que busca diseccionar lo físico, hasta allí donde solo la literatura puede encontrar lo que queda tras lo orgánico y lo tangible.

Y lo que encontré en El árbol de la ciencia se prolonga en muchas de sus novelas. La coincidencia vital de Baroja con las circunstancias trágicas en lo nacional, con la pérdida de los últimos rescoldos de esplendor imperial, acompasó muchas de sus novelas, al igual que ocurrió con muchos de sus compañeros de la Generación del 98.

Cierto es que no he sido nunca mucho de respetar las etiquetas oficiales. Pero el fatalismo en la narrativa de casi todos los coetáneos de esta generación es algo patente.

Y de los perdedores, de la derrota como fundamento vital acaban siempre saliendo las más intensas historias personales. Cuando todo se empapa de esa idea de lo trágico como falta de fundamento de vivir, las temáticas habituales sobre el amor, el desamor, la culpa, la pérdida y las ausencias se tornan auténticamente asfixiantes, como algo propio del lector.

Lo mejor de todo es que este tipo de literatura también es en parte redentora, aliviadora,  como un placebo para el lector sabedor del desencanto que supone el paso del tiempo. Resiliencia en el ejemplo narrado, realismo crudo para disfrutar en mayor medida de la felicidad de las pequeñas cosas hechas trascendentales…

3 novelas recomendadas de Pio Baroja

El árbol de la ciencia

El mundo está en contra de Andrés Hurtado. Todo lo que ocurre escapa a su control. Él, que anhelaba respuestas ancestrales en sus estudios de medicina, solo acaba encontrando la nada, el vacío.

Frustado y desencantado, Andrés deambula por el mundo, con una voluntad quebrada y una vaga esperanza de encontrarse azarosamente a sí mismo, entregado como está a la perdición del nihilismo.

El brillo de los ojos de una mujer, desde los que parece manar inocencia y esperanza, acaban siendo su único espejo en el que poder reflejar un atisbo de lo que Andrés quiso ser.

Sinopsis: Obra en la que la técnica narrativa del novelista, centrada en la sucesión ininterrumpida de acontecimientos, la abundancia de personajes secundarios, la hábil articulación de situaciones críticas, el impresionismo descriptivo, el rápido trazo de caracteres, alcanza su mayor eficacia.

Así como aquella en que, en palabras de Azorín, se halla «mejor que en ningún otro libro el espíritu de Baroja». Es la tercera novela de la trilogía La Raza. Narra en ella la vida de Andrés Hurtado desde el comienzo de sus estudios de medicina.

El menor atisbo de felicidad asoma en su existencia vulgar: una facultad agria, una familia poco afectuosa y unos amigos nada generosos. Su propia profesión le sirve para odiar más a los hombres, y sólo junto a Lulú, una muchacha atrevida y que rebosa ternura, encuentra Andrés cierta felicidad.

El árbol de la ciencia

Las noches del buen retiro

Una bohemia desgastada transita por esta obra, una melancolía por los tiempos de juventud que se fue diluyendo entre vehementos conversaciones enlatadas entre cantinas y calles vacías del Madrid de finales del XIX.

La noche de Madrid, un mundo alternativo a la luz del día y las convenciones, donde todo aquel ser contradictorio acaba acudiendo en busca de sus sombras y sus demonios.

Sinopsis: Una vivísima evocación, nostálgica pero no menos irónica, del Madrid de finales de siglo, la ciudad de su juventud. Por los jardincillos del mismo nombre, donde se reunían a pasear, charlar y a oír música los madrileños de la más variada procedencia, pasa un abigarrada galería de tipos: políticos, escritores, comediantes, empresarios, curas, usureros, mendigos, damas de alcurnia, hijos de la burguesía, mujeres de mala vida, gente del hampa…

Entre ellos está el protagonista, Jaime Thierry (alter ego del propio Pío Baroja, y del joven Maeztu) , un español de sangre extranjera, fogoso de temperamento, que aspira a hacerse un nombre literario en la corte. Thierry tendrá que luchar no sólo contra las asechanzas del mundillo literario y periodístico, sino también contra las convenciones sociales, que entre otras cosas le impiden una relación natural y satisfactoria con las mujeres.

En la vehemencia y romanticismo de su ambición, rinde Baroja un homenaje tanto a la juventud como a la ciudad de entonces y sus múltiples caras.

Las noches del buen retiro

El laberinto de las sirenas

Segunda novela de su serie El mar. Además de sus temáticas en cierta forma atormentadoras sobre la existencia, Pío Baroja también se entregó en ocasiones a tramás más dinámicas en cuanto a temáticas que se entrelazan para dinamizar el conjunto narrativo.

Nada mejor para ello que escapar en lo literario de los condicionantes patrios para abrirse a otros lugares y otras inspiraciones, respetando, eso sí, su particular pléyade de personajes tan estrambóticos como ricos en su cualidad humana.

Sinopsis: En el agitado Nápoles de comienzos del siglo XX, el capitán Andía conoce a la ya anciana marquesa de Roccanera, una dama napolitana cuyo pasado parece ocultar dolorosos recuerdos; Andía descubre asimismo la autbiografía manuscrita del marino vasco Juan Galardi, en la que éste cuenta cómo, tras sufrir una amarga decepción sentimental, empieza a trabajar como administrador de una finca de la marquesa de Roccanera, un lugar cuyos laberínticos recovecos propician tanto los amores furtivos como las historias de aparecidos y fantasmas.

El laberinto de las sirenas
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