Los 3 mejores libros de John Fowles

Si por algo podría vanagloriarse un Nietzsche que pudiera divisar la continuación de su obra, el existencialismo como corriente fecunda y diversa sería sin duda su mayor satisfacción. John Fowles era un narrador existencialista como lo fué su admirado Albert Camús o como todavía lo es Milan Kundera. Y, sin embargo, los tres tan distintos…

Porque tan existencialista es abordar la repercusión molecular de una explosión orgásmica; como la trascendencia moral de un Dios regidor de la consciencia; hasta la angustia incontenible del desamor; o incluso la euforia descontrolada de los excesos etílicos.

De todo puede sacarse ese punto existencial y sobre todo ello buscaron la magia de la existencia más honda tantos y tantos buenos escritores que a la postre resultan en esencia existencialistas, incluyendo a autores patrios como Pio Baroja o hasta un Valle Inclán empeñado en cargar con la existencia del mundo a sus bohemios personajes sobre las tablas.

El siglo XX está plagado de autores existencialistas que trataban de cerrar el milenio con un broche literario de gloria y de sus miserias. Que solo unos cuantos autores hayan trascendido finalmente como los más reconocidos existencialistas es solo cuestión de etiquetas o de preeminencia de lo filosófico sobre la ficción narrada.

En el caso de Fowles se puede decir que nos encontramos ante un existencialista de fondo. Todo lo que narra aborda interrogantes elementales. Pero sus argumentos no están exentos de ironía, de humor o de tensión psicológica según toque.

Sazonado todo con un gusto por el juego narrativo, por la vanguardia que ya en sus días buscaba nuevas formas de relatar en puzzle o en focos dispersos, todo para que el lector acabe participando del jugoso reto de leer y recrear. Admirado sobre todo en el mundo anglosajón como uno de los grandes vanguardistas de finales del siglo pasado, Fowles anda siempre a la conquista de nuevos lectores en busca de interesantes experiencias lectoras.

Top 3 libros recomendados de John Fowles

La mujer del teniente francés

Pocas veces encontrarás una novela como esta en la que el autor te acompaña y detiene tu lectura para entrar a debatir sobre las escenas, sobre las decisiones de los personajes y sobre el fundamento para los acontecimientos que devienen tras cada decisión.

Ese existencialismo del que antes hablaba en el caso Fowles adquiere en este libro un punto mesiánico, por llamarlo de alguna manera, en la que jugamos a detener cada escena para escudriñar las esencias de esa vida detenida ante nuestros ojos, en un imaginario decimonónico compuesto en nuestra mente y de pronto desgajado invitando a la divagación.

Pero lo mejor de todo es que la novela podría mantener su fuerza sin estos asuetos argumentales, pero el poder de salir de escena para divisarlo todo resulta fantástico.

Por lo demás la historia en sí nos lleva hasta 1867 para profundizar en uno de esos amores románticos que contienen pulsiones y que elevan la tensión física hasta la emoción con la que se vivía esos amores verdaderamente románticos.

Al terminar de leer tienes la sensación de que has navegado por la historia narrada y por la intrahistoria oculta entre los corazones de los amantes y sus condiciones sociales de un periodo victoria también desmenuzado en su esencia.

La mujer del teniente francés

El mago

Una novela para disfrutar de la transformación y el conocimiento que todo ser humano aborda cuando sale de la infancia, de la protección, de lo conocido.

Nicholas podríamos ser cualquiera de nosotros, movidos desde nuestra zona de confort hasta un nuevo lugar en el que nuestros patrones dejan de tener sentido alguno.

La historia nos habla del viaje de Nicholas desde Londres hasta una isla del mediterráneo. Y de su encuentro con un mago que parece guiarlo cual Dorian Gray hacia el redescubrir de su alma.

Todo lo que Nicholas piensa o cree pensar sobre su ser, esa perspectiva del yo forjada con el tiempo y el aprendizaje, acaba convirtiéndose en un terreno de duda en manos del mago.

Enaltecimiento de lo sensorial, del sexo, experiencias conductistas, dolor, dudas y miedo. Nicholas despojado de todo su ser y ofrecido al mundo para ver si es capaz de encontrar sentido a algo.

El mago fowles

El coleccionista

Cuando uno profundiza en la escritura en búsqueda de grandes interrogantes puede acabar trasladando a la ficción una gran novela de suspense que llene de tensión hasta extremos nunca antes alcanzados.

Un thriller busca alcanzar esas conexiones químicas de nuestro cerebro que lanzan los avisos para el temor, la adrenalina y el miedo. Y de miedo acaba sabiendo mucho una Miranda en manos del peor de los criminales, el prototipo de psicópata obsesionado con alguien que consigue finalmente encerrar como a un pájaro su objeto de deseo. Frederick y Miranda se sentarán frente a frente.

Él esperando que Miranda por fin acceda a su amor tan grande que se le ha hecho imprescindible hacerla suya para siempre. Miranda entre la esperanza inextinguible y la creciente animadversión de su rapto que la puede conducir a cualquier cosa…

El coleccionista fowles
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