Los 3 mejores libros de James Graham Ballard

A medio camino entre Julio Verne y Kim Stanley Robinson, encontramos a este escritor inglés que compendia la alternativa imaginativa a nuestro mundo del primer genio citado y la intención distópica del segundo escritor actual. Porque leer a Ballard es disfrutar de una propuesta con aroma al fantástico decimonónico, pero que acaba girando en ocasiones a las distopías que arrancan desde la ciencia ficción clásica, adaptada a la actualidad por Stanley Robinson.

Así, en cada uno de los libros de Ballard disfrutamos del ejercicio de imaginación y fantasía pero a su vez nos empapamos de esa revisión crítica de nuestro lugar en el mundo como civilización.

Por otro lado es normal descubrir una intencionalidad crítica en un tipo como Ballard que llegó a ser confinado en su infancia en un campo de prisioneros.

Corrían los duros años de la Segunda Guerra Mundial y la lejana Shangai en al que el autor vivía con sus padres en base a la Concesión internacional que parecía distribuir el terreno entre soberanía inglesa, estadounidense, china o incluso de otros países que fueron participando en base a negociaciones comerciales o de otro tipo de intereses.

Me enrollo respecto a esta concesión porque en base a la reclusión final de Ballard en 1941 por parte del ejército japonés, fructificó en uno de sus libros más interesantes por la parte de biografía que contiene: «El imperio del sol»

Pero más allá del detalle sobre circunstancias particulares del autor, el resto de su obra es diversa en ese inmenso cauce que desborda siempre la parte imaginativa de lo fantástico y la ciencia ficción.

Y al final Ballard contenta a todos, a los más puristas del género y a los que se acercan a éste para intentar descubrir nuevas historias de nuestro mundo transformado en otra cosa, en otro tiempo, en otras vidas…

Top 3 libros recomendados de J.G. Ballard

El imperio del sol

Quizás no sea la mejor novela en cuanto a argumento. Pero el componente de vivencia también sirve para provocar esa mimetización lectora que acaba provocando la intensa empatía de lo extraído prácticamente fotografiado de la realidad.

Y como el que aquí es libre de anteponer criterios para valorar obras, considero que esta ocupe la cúspide de la bibliografía Ballard. De hecho este libro es el más leído y mejor valorado del autor en Inglaterra, precisamente por ese aspecto de crónica más o menos fiel de otros dias en el remoto Shangai.

El Ballard niño se llama en esta ocasión Jim y descubrimos así esa tendencia última hacia la supervivencia del ser humano. Jim se queda solo en un mundo hostil. Japón a entrado a saco en la Segunda Guerra Mundial tras Pearl Harbour y no respeta nada de lo pactado para la administración múltiple de Shangai.

Jim deambula por las calles de la monstruosa ciudad y acaba finalmente recluido en Lunghua. Con esa voluntad de sublimación de las peores vivencias, el autor presenta a un pequeño niño superhéroe en el sentido de que es capaz de mimetizarse con su penosa situación para acabar sobreviviendo a su tristeza y a la violencia.

El imperio del sol

Rascacielos

La versión española de esta novela sería «La comunidad» de Alex de la Iglesia. Bajo un prisma trasladado a una ambientación más modernista en unas ubicaciones donde las torres albergan las residencias y todo el entorno social dentro de sus gigantes muros.

Escrita en 1975, esta obra apunta a ese clásico capaz de acercarse a la distopía de nuestra sociedad del siglo XIX. Espacios cerrados, clasismo y un enfrentamiento final abierto como una lucha de clases siniestra y descarnada protagonizada por unos individuos sumidos en una deriva psicológica propiciada por la ambientación más siniestra de una sociedad de apariencias en las que la falta de válvulas de escape y de liberación de lo individual propicia una guerra de final impredecible.

Claustrofóbica y por momentos reflejo directo de cada edificio sobre las limitaciones de nuestro estilo de vida.

Rascacielos

Noches de cocaína

La droga de la estimulación por excelencia, la búsqueda del encaje en un mundo frenético desde la alteración química.

Una novela hacia la diagnosis del frenesí de un siglo XX tan vigente en este siglo XXI. Desde los efectos de esta droga en los protagonistas, Ballard va abordando esa intención de preponderancia del yo, del éxito, de la consecución del éxito inmediato, de todo lo que marca los patrones de la prosperidad de toda persona de negocios.

Los efectos secundarios de ese yo desatado son abordados por el autor como un libertinaje de pulsiones que propician sexo y violencia, anulación del dolor y que finalmente encierra al individuo en sus más oscuros miedos y decepciones. Una historia que hace funambulismo sobre los límites perdidos por toda ambición desaforada.

Noches de cocaína
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