Los 3 mejores libros del ingenioso Jean-Marie Le Clézio

La lengua francesa ha venido ejerciendo desde el siglo XIX una atracción especial en diversos autores que exploraron en su musicalidad un añadido lírico que contagia cualquier prosa o que termina de ensalzar toda obra poética. Quizás el asunto radique en Dumas o en Víctor Hugo, con esa capacidad para abordar romanticismo en novelas tan extensas como finalmente intensas. La cuestión es que cuando autores como Milan Kundera también se pasan al francés, es porque el efecto formal está ahí, latente.

Todo esto en relación con otro de los grandes narradores franceses que extiende su obra ya desde el siglo XX hasta la actualidad. Un Jean Marie Le Clézio que se sirve de su sugerente lengua materna para explorar e indagar en el lenguaje y sus vericuetos formales en busca de intensidad, símbolos, hondas metáforas, herramientas con las que presentar historias inolvidables.

En esa misión, casi perturbadora para un creador, de reconducir la inspiración hacia la la prospección del lenguaje al servicio de emociones e ideales, Clézio ha sido capaz de publicar decenas de libros desde que se lanzara a la escritura a sus veintipocos.

Lo llegado a España es sin duda lo mejor de su producción narrativa. Y nunca está de más cultivarse con un escritor que hace de lo pretencioso la más hermosa forma de recreación intelectual. Lecturas sofisticadas que rebajan su intensidad conforme nos acercamos a sus últimas novelas.

Top 3 libros recomendados de Le Clézio

Canción de infancia

Autores como Le Clézio resultan enervantes para muchos otros autores que tienen que decantarse por el ensayo, la biografía o la novela cuando se ponen a escribir. Porque Le Clézio novela su vida mientras hace del ensayo soliloquio casi poético y destila esos aspectos biográficos que se sirven como esencia de inmortalidad, como posos de infancia, de amores y ausencias que son mucho más que lo que pueden suponer para el resto de mortales.

Así que bienvenida sea esta nueva estampa de vida hecha evocaciones novelísticas (descrita así suena con la sofisticación de un menú de cinco estrellas pero es que así es). Y desperecémonos de la literatura más de batalla para asomarnos a las almas que cuentan otras cosas que escriben en otros libros mucho más relevantes, los que seguramente deberían rescatarse en caso de hecatombe de nuestra civilización…

Después de la canciones de cuna llegan las canciones de infancia en las que ya sabemos recitar los estribillos. Y como todo lo que se aprende de memoria, aquellas viejas canciones se quedan para siempre en el repertorio que buscamos cuando no hay otra música que silvar para acompasar al viento que nos lleva.

En este viaje sentimental por Bretaña, la tierra idílica de su infancia, Le Clézio nos invita a reflexionar sobre la identidad territorial, los nacionalismos y el paso del tiempo. Desde su primer recuerdo #la explosión de una bomba en el jardín de la casa de su abuela, pasando por los años vividos como niño de la guerra, que de forma tan terrible impactaron en su aprendizaje del mundo, el premio Nobel de Literatura dibuja una página imprescindible de su geografía emocional que habla de la pertenencia y su lugar en la memoria.

Un recorrido hacia la madurez, pero sobre todo una mirada lúcida sobre los cambios sociopolíticos en un territorio único, la progresiva desaparición de su economía tradicional y la orgullosa dignidad de un pueblo que, pese a todo, se aferra a sus raíces.

La música del hambre

Con la naturaleza de un Le Clézio compuesta de emigración, sueños y familias rotas por la guerra, esta novela se entiende como un relato en parte autobiográfico o al menos inspirado en su propia familia.

La isla Mauricio supone un espacio de evocaciones y raices, de emigración y destinos para el autor y ahí es donde inicia esta novela que se asoma a la idea de la fragilidad de lo próspero en el ser humano, de la fácil derrota sobrevenida por la tentación de la perdición o por la amenaza de un mundo próximo a la hecatombe.

La pequeña Ethel Brun jamás imaginaría lo que sería pasar hambre. Cobijada en un padre potentado pero dilapidador pero realmente atendida por su abuelo, Ethel se va abriendo al mundo del París de preguerra.

El instinto de la niña la conduce hacia la idea de que lo bueno, o al menos lo cómodo, está próximo a su final. Y quizás solo ella esté preparada para el despertar a la miseria.

La música del hambre

Bitna bajo el cielo de Seúl

La vida es un misterio compuesto por retazos de memoria y fantasmales proyecciones de un futuro cuyo fondo único es el fin de todo. Jean-Marie Le Clézio es un retratista de esa vida concentrada en sus personajes empeñados en desentrañarlo todo desde una ficción en la que cualquier planteamiento es posible, abarcando una composición de conceptos básicos, cotidianos, sobre ese personaje que espera respuestas al otro lado del espejo cuando nos quedamos absortos mirando nuestro reflejo.

Para la ocasión de esta novela Bitna bajo el cielo de Seúl, divisamos el particular mundo de una joven Bitna llegada a la gran ciudad de Seúl, la capital del Seúl amable, condescendiente con nuestro mundo occidental, pero hermanado en última instancia con el norte de un mismo país díscolo y  amenazante. El viaje hasta la capital no resulta un tránsito fácil. Ella es una sobrina añadida al viaje para el resto de una familia unida por su consaguinidad directa y para la que Bitna solo puede asumir condición de servidumbre.

Joven pero decidida. Bitna no comulga con los condicionante de su tía y se labra ese destino incierto para una mujer casi niña en una ciudad capaz de corromperlo todo, desde el poder hasta la juventud. Por suerte Bitna encuentra a Cho, el viejo librero que la acoje para la particular encomienda de revivir a Salomé, una niña que solo en la compañía de alguien aún joven puede volver a sentir que hay vida desde sus limitaciones físicas más crueles.

Pronto Salomé descubre que con Bitna y sus relatos puede salir de su propio cuerpo y andar, correr, hasta amar a otras personas que conviven con ella en nuevos mundos jamás imaginados. El triángulo entre Bitna, Salomé y Cho cierra un espacio magnético entre sus vértices. Cada uno de los personajes nos muestran una visión del mundo desde el dolor, las carencias, la necesidad y la pujanza por sobrevivir pese a todo.

Con una cadencia en sintonía con lo oriental, el enigmático devenir de los tres personajes se nos va presentando como un misterio que se mueve entre los escenarios de ficción compartidos por las chicas hasta los deseos precisamente de una realidad transformadora que pudiera curar el corazón herido del señor Cho, anhelante de su familia, ubicada en ese norte de un país convertido en la última gran víctima de la Segunda Guerra Mundial que aún hoy separa almas.

Las grandes complicaciones o derivadas políticas componen contradicciones, metáforas, alegorías del extrañamiento y la alienación. el Nobel Le Clézio aborda estos extremos jugodos en lo narrativo con un lenguaje sencillo y dinámico a la par que despierta profundas inquietudes humanas.

Bitna bajo el cielo de Seúl

Otros libros recomendables de Le Clezio…

Mondo y otras historias

Siempre es interesante descubrir al gran narrador en el ámbito de lo breve, en esa suerte de síntesis de lo creativo. Si bien es cierto que el siempre acertado detallismo de un escritor como Le Clézio sirve a la causa de lo breve perfectamente. Además, en un sorprendente libro que adquiere un disruptivo punto nostálgico en torno a la infancia, la brevedad compone una lágrima final o una sonrisa, siempre una crítica al legado de los adultos y, por supuesto, una invitación a reflexionar sobre el abominable mundo al que invitamos con formalismos y costumbres a unos seres puros como son los niños, como fuimos los niños.

La imaginacion de los pequeños va desgranándose en ocho relatos de contrastes entre los ojos del niño, su verdad, y la mirada adulta en tantas ocasiones censoras y cruel, ya sabedora de que lo importante es el artificio construido sobre la belleza del mundo.

Mondo y otras historias

El diluvio

Nunca mejor título para una novela que empieza chispeando y acaba inundando el alma con esa literatura trascendente. El personaje de François Besson supera con creces las notas de irrealidad de Gregorio Samsa, se acerca en ocasiones a un Jean-Baptiste Grenouille embriagado por el perfume de un instante que transforma el mundo para siempre.

Una novela con esos destellos líricos que seguro desbordan la imaginación narrados en su francés original pero que también en castellano transforman la prosa en un manjar para el intelecto.

Desde el instante en el que François vive una peculiar escena con una joven que extasía sus sentidos y que lo conduce por un laberinto durante varios días más, hacia el más completo vacío o el más exuberante espacio de la liberación. Una angustiosa deriva vital de un personaje cuya voluntad parece haber escapado de su cuerpo.

El diluvio Le Clézio
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