Los 3 mejores libros de Espido Freire

Hablar de Espido Freire es hablar de precocidad literaria. Esta autora, que ya consiguiera el premio Planeta con 25 años (la más joven en lograrlo) consiguió desde esa temprana edad ese sueño de la escritura como forma de vida. Todo un hito del panorama literario español y un reflejo para todos aquellos jovenes con inquietudes vitales que se ven reflejadas en los primeros bocetos de libros.

Y desde esos finales de los años 90 hasta hoy, más de 20 libros van componiendo una bibliografía de peso, consistente y con personalidad. Nuevos libros de ensayo, participaciones sostenidas en prensa y radio, una escritora multifacética que nunca deja de sorprendernos y que incluso es capaz de abordar diferentes géneros en sus novelas.

Llega el momento de establecer el podium de sus obras, me pongo a ello sin más dilación.

Libros recomendados de Espido Freire

Melocotones helados

Los condicionantes naturales sobre lo que debió suponer esta novela para su autora me conducen a ubicar esta obra en primer lugar. Ganar el Planeta con 25 años marca mucho. Así ocurriría con Espido como con sus nuevos lectores. 

Cualquier redacción primera, cualquier intención de escribir desde la juventud es siempre un ejercicio de liberación. Lo que llegó después, el reconocimiento sería una gloria jamás esperada. Elsa, una joven pintora, se ha visto obligada a abandonar su casa ante unas amenazas de muerte de las que desconoce la razón, y marcha a otra ciudad a vivir con su abuelo.

En esa suerte de exilio que nadie desea tomar en serio, Elsa se adentra en las intrincadas relaciones humanas, que había descuidado para dedicarse a la pintura, y se mueve entre la propia historia de su familia y, sobre todo, la de una prima con la que comparte nombre y apellidos. De ese modo se enfrenta a su fragilidad, a los errores, a la mezcla de identidades, a vivir una vida equivocada sin saberlo. ¿Es posible que incluso al morir se produzcan confusiones?

Melocotones Helados

Llamadme Alejandra

Los giros temáticos de los autores siempre me parecen fascinantes. El paso de Espido a la novela histórica ya se produjo en alguna obra anterior y para mí, es en esta donde alcanza su cénit. Cuando un autor se adentra en un género nuevo es que todavía mantiene intacto su espíritu contador de historias.

Lanzarse a la piscina de lo desconocido, más allá del espacio donde uno tiene un nicho seguro, es alentador en lo creativo y hasta necesario. En su momento ya reseñé esta novela aquí. Recupero un extracto:

Alejandra, la última zarina se descubre despojada de todo su brillo, su poder y su influencia. Durante sus últimos momentos antes de la supuesta huída (que realmente terminó en la sentencia sumarísima en los propios sótanos de la casa), tuvo que afrontar ese encuentro con una cruda realidad, en la que el odio que podía intuir de un pueblo ruso que nunca la sintió como propia vaticinaba la más dura venganza.

La narración se centra entonces en el transitar de la memoria de Alejandra por su propia vida, por sus primeros años como princesa Alix; por todas las circunstancias vividas; con sus luces y sus sombras. Alejandra evoca todo lo vivido bajo el prisma de ser su propia jueza ante la sombra de un posible final cercano.

Más allá del destino que le tenía escrito su llegada al trono de Rusia, en esos instantes en los que la realidad se presenta físicamente dolorosa, Alejandra hace un ejercicio de introspección. Tal vez no supo o no pudo comunicar todo lo que llevaba dentro, pero estaba segura de que la gobernaba un espíritu bondadoso.

El lector escucha sus argumentos con la cercanía de la primera persona. Mientras, la emperatriz Alejandra piensa, con la certidumbre de esa oscura noche, que probablemente esté ofreciendo su último alegato.

Llamadme Alejandra

Querida Jane, querida Charlotte

Cuando un escritor siente fascinación por un tema se traslada de inmediato al lector. No hay nada mejor que leer sobre lo que realmente conmueve e incita a escribir al escritor. Este libro abunda mucho en esa idea. Espido Freire tampoco ha escapado a la fascinación que siguen ejerciendo sobre miles de lectores de todo el mundo la vida y las obras de Jane Austen y las hermanas Brontë.

Fruto de este hechizo, surgió en ella el deseo de enfrentarse al enigma que ningún erudito ha sido capaz de desvelar hasta la fecha de forma satisfactoria: cómo cuatro mujeres solteras y pobres, autodidactas, con mala salud, aisladas en el campo en un siglo que no potenciaba precisamente sus inquietudes intelectuales, que murieron antes de llegar a la cuarentena, se las arreglaron para escribir una docena de las mejores novelas de la literatura.

La autora decidió entonces emprender un viaje al mundo imaginario y geográfico de Jane Austen y las Brontë y este libro es el diario de ese periplo.

QUERIDA JANE, QUERIDA CHARLOTTE
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