Los 3 mejores libros de Menchu Gutierrez

Un traductor ya hace literatura desde el mismo momento en que recoge en un lenguaje distinto lo que otro autor pretende transmitir en el idioma de turno. Quizás por eso alguien como Menchu Gutierrez se forja como narradora de sus propias historias desde ese constante feedback que es hacernos llegar a grandes literatos de la Historia.

Y aunque el asunto de la mudanza de las letras rompe más en el caso de Menchu en una creación propia poética, también su obra incluye sugerentes novelas cargadas de ese lirismo que bordea lo existencial con el mismo poso que los versos que apuntan a la trascendencia gracias a su musicalidad y su hondura.

Los protagonistas de Menchu lo son desde su mera aparición en la narración. Y pueden ser personas o simplemente lugares, espacios, edificios. Todo cobra vida cuando se posee el don para revitalizar, la capacidad para hacer de lo inerte otra manifestación de lo humano en la simple fricción del tiempo o la proximidad con la piel.

Top 3 novelas recomendadas de Menchu Gutiérrez

Latente

El deseo da coherencia a nuestro paso por este mundo. Alejados como estamos de las respuestas más relevantes, la llama, la pulsión sexual disfrazada de sensualidad o erotismo, nos conduce por un devenir que solo vuelve a buscar otras respuestas cuando ese viejo anhelo de lo físico mediatizado por la razón acaba por remitir como bajamar de la vida.

¿Puede el deseo encarnarse en un perfume, en un sonido? ¿Es el deseo un astro que se interpone entre el corazón y la luz, una luna capaz de provocar un eclipse de la realidad? ¿Puede el deseo cruzar la línea que separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos? ¿Cuántos lenguajes puede aprender el deseo para llegar a ser?

Potencia de lo desconocido, Latente es afirmación de todos los corazones posibles. Menchu Gutiérrez nos invita a rastrear las regiones más profundas e inesperadas del deseo, su poder de metamorfosis. Provista de un lenguaje de extraordinaria sensualidad, la autora realiza en Latente un original y poderoso ejercicio de percepción erótica de la realidad.

Latente, de Menchu Gutiérrez

Disección de una tormenta

Un título que apunta a lo imposible, a la vanidad humana, a la lírica como única forma de encajar un lenguaje incapaz de abordarlo todo para sumirse en conceptos casi oníricos, símbolos tan irreales como finalmente bases que sustentan ese otro lado donde las tormentas no se diseccionan.

Un edificio junto a un lago helado, rodeado de montañas. ¿Casa de reposo?, ¿última estación de un peregrinaje espiritual? El director de la institución escucha los sueños y las obsesiones de los internos, y prescribe terapias que adoptarán las formas más insospechadas. Se interpreta música, se lee en los libros, la vida se analiza en el laboratorio de los símbolos, entre los cuales el pelo se convierte en una historia del tiempo. En la institución se habla de la llegada de una tormenta, y los huéspedes se preparan para el embate final. Pero el final siempre está por llegar. Disección de una tormenta se comporta como una bola de cristal en el interior de una bola de cristal.

Disección de una tormenta, de Menchu Gutiérrez

La mitad de la casa

El regreso indebido a los lugares donde se fue feliz. El pasado como un aroma tangible que despierta imágenes, fantasmas, ruidos y añoranzas. Pero que también devuelven algún viejo temor de infancia o disyuntivas tomadas sin revisión posible.

Penetrar en el pasado de una antigua casa, tras una vida ejercitada en el olvido: secretos, escondrijos, cajones, llaves, puertas, ventanas, jardín, objetos que hablan… La anónima protagonista de La mitad de la casa regresa a la residencia de verano familiar, cerrada durante años, para asistir a la escenificación de un misterio y de una decisión nunca superada: «En realidad, es muy difícil saber si he venido a guardar un secreto o si, por el contrario, he venido a abrir un cofre en el que hay un secreto guardado».

La nueva obra de Menchu Gutiérrez, que se desarrolla con la forma de la novela, el espíritu de la poesía y la mirada del pintor atento, entreteje una historia de profundo suspense psicológico y nos invita a un juego de dobles del que no podremos escapar.

La mitad de la casa
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