Los 3 mejores libros de George Eliot

Lo del pseudónimo de Carmen Mola es hoy sintomático del cambio de los tiempos. Tres hombres que escriben con ese pseudónimo femenino… Más allá del oportunismo o hasta del esperado golpe de efecto del marketing final conseguido con el Premio Planeta 2021, el asunto, visto desde una vertiente positiva, nos hace ver que las novelas de cualquier género en femenino ya tienen igual consideración. Algo tan natural ahora como extraño no hace tanto.

Porque bien sabemos cómo se las gastaba la crítica antaño en no pocos países hasta bien entrado el siglo XX… La cosa es que fobias superadas y prejuicios abandonados, el tiempo pone en su sitio la obra de una autora que, por otro lado, no siempre se ocupaba de las necesarias tentaciones reivindicativas para centrarse en la escritura porque sí. Naturalmente, las circunstancias históricas marcan su obra, deslizándose las necesarias dosis de crítica para con una sociedad encorsetada y reaccionaria, sobre todo en su obra Middlemarch.

Pero más allá de lo descriptivo del contexto o del azote sociológico cuando tocaba (ironías mediante que salpicaban hacia cualquier lado), Evans abundaba en el alma de sus personajes, en lo existencial, lo moral y lo religioso como componentes esenciales de la voluntad humana. E incluso lo fantástico también la atrajo en ocasiones en narraciones inquietantes.

Top 3 novelas recomendadas de George Eliot

Silas Marner

La épica más trascendente es la que hace a un protagonista renacer de sus cenizas. Ese empezar desde cero apunta a la posibilidad de que, cuando vuelva el infortunio ya sepa uno cómo jugar las cartas.

Silas Marner es un hombre desdichado que, tras un desengaño amoroso y una acusación de robo, huye de su ciudad y se instala como tejedor en el pueblo de Raveloe, donde lleva una vida tranquila, aunque solitaria y desarraigada, dedicándose en cuerpo y alma a trabajar y acumular dinero. Un buen día sus ahorros desaparecen y, poco después, como si se tratara de un trueque del destino, aparece una niña abandonada a la que adopta. Los cuidados que le procura y su educación cambiarán su vida.

Esta historia, admirada por Henry James, Virginia Wolf y la propia reina Victoria, fue considerada por la crítica como una verdadera obra maestra y recrea magistralmente tanto la Inglaterra rural de la época como los entresijos del corazón humano.

Las novelas tontas de ciertas damas novelistas

Sin cortapisas, sin reservas impuestas por los convencionalismos sociales y culturales de su tiempo, con un sarcasmo feroz y la agudeza intelectual que le es propia, George Eliot pasa implacable factura en «Las novelas tontas de ciertas damas novelistas» a los desaciertos de la narrativa más ramplona de algunas afamadas escritoras de su época.

En el que fuera su ensayo más célebre, cuyo tema sigue despertando polémica en nuestros días, la genial autora inglesa plantea sus tesis con un toque de ironía a partir de ejemplos representativos de los argumentos predecibles, los personajes falseados, los estilos remedados y los diálogos inverosímiles que ciertas damas novelistas pusieron al servicio de sus pretensiones moralizantes, prosaicas o, directamente, jactanciosas. Punzante, entretenidísima y profundamente lúcida, George Eliot parodia las tópicas novelas que dominaban los listados de ventas de su tiempo, con sus encantadoras y hermosas heroínas, y sus previsibles y azucarados finales.

El velo alzado y El hermano Jacob

Todo escritor o escritora puede ser en mayor medida descubierto en sus rarezas. Porque cuando uno se pone a escribir de manera alternativa o casual, abordando géneros poco habituales en su bibliografía, se despierta una sensibilidad especial, desparramada sobre los nuevos escenarios.

Este volumen reúne dos de las pocas novelas cortas que escribió George Eliot. En El velo alzado (1859) el joven Mortimer adquiere inesperadamente el don de leer el pensamiento de los demás: solo la prometida de su hermano mayor se le resiste y, sin embargo, una visión le anuncia que se casará con ella. En El hermano Jacob (1860), a través de la peripecia de David Faux (que, de aprendiz de pastelero, aspira a ser un gran personaje en las Indias Occidentales, adonde emigra tras robarle los ahorros a su madre) y de su hermano, el idiota Jacob, se erige una fábula recta e hilarante.

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