3 mejores libros de Petros Markaris

El veterano Petros Markaris mantiene el género negro vinculado con sus orígenes más auténticos, donde esa etiqueta de «negro» se extendía a lo oscuro de la politica y de la sociedad como una crítica tan desgarrada como concienciadora.

Porque tras cada una de sus novelas, en cada uno de los casos de su protagonista estelar Kosta Jaritos o de cualquier otro, se refleja la naturaleza comprometida de un autor que además de narrar encuentra el gusto de levantar ampollas, la intención desacudir alfombras y la voluntad de ventilar para que la corriente se lleve lo que proceda…

Me parece oportuno remarcar este aspecto de Markaris porque en la actualidad el género negro ya no se ciñe en todos los casos a esos patrones, y no voy a ser yo quien cuestione nuevos horizontes, en la mezcla y la variedad está la gracia. La literatura puede ser (además de muchas otras cosas) comprometida o un entretenimiento cultivador. Ni mejor ni peor una que otra.

De igual forma que resulta interesante contemplar variaciones de una idea original, siempre resulta gratificante regresar al origen de este gran género. Y ahí, entre Mankell o Vázquez Montalbán, por citar a dos grandes clásicos, Petros Markaris mantiene en la actualidad el cuaderno de bitácora del género negro.

Top 3 novelas recomendadas de Petros Markaris

Offshore

Esta novela de Markaris tiñe de negro la economía mundial. Un valiente ejercicio de literatura. El mundo transcurre al ritmo de una gigante novela negra. De mano de la globalización, los oscuros escenarios que no hace tanto los autores de novelas negras se encargaban de trasladar a la ficción, han dado un salto cualitativo.

El mundo es el mercado a corromper por las mafias. El control del poder absoluto busca sistemas de intervención más sofisticados y con mayor penetración en los organismos decisorios.

Petros Markaris fue de los primeros en reflejar en la ficción lo que se va cociendo a fuego lento en la realidad. Desde Grecia para el mundo. El emblemático país heleno, paradigma europeo de la crisis, parece convertido en moneda de cambio de espurios intereses.

Cualquier conato de rebelión contra la asunción de la esclavitud a costa de la deuda contraída tiende a sofocarse desde los medios de información, sin olvidar otros recursos si fuera menester recurrir a la fuerza. Leer “Offshore” es pensar hasta dónde puede llegar el poder actual para someter voluntades contrarias a sus intereses.

Hasta dónde se permite que la legalidad vigente sea tal legalidad y si la policía puede investigarlo todo. Jamás el mal dispuso de tantas facilidades para materializarse. Y nunca la novela negra estuvo tan próxima a la literatura como compromiso social para narrar lo que nadie cuenta.

El afamado comisario Jaritos, con el que este autor ya triunfó en todo el mundo, jamás podrá sospechar hasta que punto el descontrol se oculta bajo la apariencia de la democracia, con sus supuesto espíritu de voluntad popular. Las grandes virtudes de las mafias actuales son los grandes vicios y defectos de la manipulación entre la sobre- y la des- información.

En resumen, Offshore es un thriller con asesinatos y todos los condimentos propios de una gran novela negra. La duda es saber si ficciones como esta se considerarán obras históricas en algún momento futuro.

Offshore

Noticias de la noche

La vida tiene un fácil y rebajado precio en según que estratos sociales. Cuando un matrimonio albanés aparece asesinado, el comisario Kostas Jaritos asume el caso entre lo rutinario y lo fastidioso.

El asunto parece más un ajuste de cuentas a precio de saldo o una venganza de desamor. Otro albanés pronto asume el cargo de las muertes. Y si puera por Kostas Jaritos el asunto hubiera quedado rápidamente zanjado a la luz de esa declaración.

Solo que Yanna Karayorgui, periodista y especialista en husmear más de la cuenta descubre aspectos que pueden conducir a planes más abyectos que el mero asesinato como venganza entre iguales.

Efectivamente Kostas Jaritos entreverá algo más al fondo del caso. Y es entonces cuando disfrutamos de las extrañas virtudes de Kostas para desentrañarlo todo, o al menos para intentarlo, en ese afán suyo de conseguir que los que mueven los hilos también caigan en medio del lodazal…

Noticias de la noche

Suicido perfecto

Sin duda la mejor novela de Markaris para conocer muy de cerca al personaje de Kostas Jaritos. Las circunstancias de su «aventura» anterior, entre los bajos fondos de Atenas casi dieron con su vida.

La suerte quiso que la bala que lo alcanzó no fuera letal. Solo que ahora, en esta nueva entrega, la convalecencia se convierte por momentos en algo peor, una muerte en vida apartado de su intensa rutina. Y, sin embargo, va a ser la tediosa caja tonta la que lo devuelva a la acción. La violencia extrema con la que se emplea inesperadamente una personalidad en directo por televisión pilla a todo el mundo con el pie cambiado.

Es ahí cuando Kostas entra en juego en esa combinación perfecta de sabueso, de salvavidas y de excéntrico investigador. La verdad lo espera… y esta vez toda Grecia necesitará saberla, toda o solo parte…

Suicido perfecto

Otros libros de Petros Markaris…

Universidad para asesinos

A veces las comparaciones son estremecedoras. Que el bueno de Markaris considere el ámbito universitario como el gérmen del mal para una novela negra nos asoma a sonados casos turbios en torno a cierta universidad española… Con su lado siniestro incluso cuando los lazos de la docencia y la política se estrechan para abominables intereses.

Cierto es que el bochornoso caso de la URJ no llegó a la sangre (que sepamos). Y así, en el caso español el título sería Universidad para ladrones, firmado por Valle Inclán en lugar de Markaris…

Pero asociación de ideas a parte, esta nueva novela de Markaris nos introduce en ese mundo elitista de las cúpulas universitarias y de las habituales puertas de entrada y salida hacia la política, que si bien parecen apropiadas para gentes preparadas en diversas materias, acaban siendo lecho de favores y servilismo en más de una ocasión. Hasta el punto de la venganza extrema y de la muerte.

Todo ocurre en un momento de transición en la que nuestro ya inmortal comisario Kostas Jaritos se asoma al bastón de mando en el devenir de la policía ateniense. Él es el elegido del director saliente Guikas, y es de esperar que tras tocar las teclas oportunas el relevo se produzca con naturalidad.

Pero la naturalidad de los acontecimientos y la figura de Kostas se convierte siempre en un contrasentido. Todo se enmaraña con la muerte de un político, antaño profesor de Derecho en la universidad capitalina. Lo que empieza como un caso a desvelar por el bueno de Kostas, con más ahínco que nunca, para ganarse más aún si cabe el liderazgo policial de la ciudad, comienza a moverse por derroteros imprevisibles en los que el viejo campus de la Universidad se va oscureciendo en torno a personajes tan doctos como oscuros.

El viejo profesor ha muerto envenenado con una tarta. La confianza del profe con quien se la llevó a casa debe ser máxima. El círculo se cierra en su entorno más cercano o, quizás, en ese otro entorno más desconocido que en ocasiones también circundan las vidas de los personajes más dignos y reconocidos del ámbito intelectual por excelencia, la universidad.

Universidad para asesinos

La hora de los hipócritas

Aquí encontramos al Markaris inasequible al desaliento en su empeño por descubrirnos el alcance de la codicia humana. Desde los espacios de poder donde se fabrica el estado de las cosas, con la resignada sensación de que nada va a cambiar, solo personajes como el comisario Jaritos se convierten en héroes de lo simbólico.

Y para ello tan solo tiene que encontrar una motivación suficiemente intensa como para enfrentarse a todo. Y, como suele ocurrir en muchas ocasiones, el foco del mal acaba girándose hacia donde menos esperamos.

Para Jaritos, el esperadísimo nacimiento de su nieto conlleva un significativo cambio en su vida privada. Sin embargo, la alegría por ese emotivo acontecimiento se ve eclipsada por la llamada que le anuncia el asesinato de un famoso empresario, un magnate hotelero, muy conocido por sus contribuciones benéficas.

¿Un nuevo grupo terrorista? ¿Una venganza personal? No bien empieza la investigación, aparece un manifiesto reivindicando la muerte del empresario, sin explicar, sin embargo, los motivos; eso debe averiguarlo la policía, a la que califica de esbirro del poder.

Sólo se afirma que el hotelero merecía la muerte. No será la única víctima que se cobre ese extraño grupo. Todas ellas irreprochables, aparentemente. Hasta que Jaritos empiece a escarbar.

Márkaris pone el foco, una vez más, en los centros de toma de decisiones, donde las políticas populistas son en realidad una simple fachada que esconde una realidad más cruenta, llena de hipocresía.

La hora de los hipócritas

Cuarentena

a pandemia de coronavirus lo ha trastocado todo: ha modificado hábitos, exasperado estados de ánimo y dificultado aún más la vida de los desfavorecidos. También ha afectado al comisario Jaritos, quien vuelve a investigar en dos de los relatos que componen este volumen; cuando lo confinen por un contacto positivo cercano, tendrá que lidiar con asesinos, con la informática (para investigar sin moverse de su domicilio)… y con su mujer, Adrianí, que parece desenvolverse en todo mejor que él.

Sin embargo, la situación se ha ensañado en particular con los más vulnerables: a ellos les dedica Márkaris relatos inolvidables, como el protagonizado por los vagabundos Platón, Sócrates y Pericles, o por dos sintecho que solo encuentran solidaridad entre otros desfavorecidos. Una historia de rivalidad entre un restaurante griego y otro turco en Alemania abre de nuevo las puertas a la esperanza, que contrasta con el terror de quienes ven naufragar sus negocios tras décadas de esfuerzos. Los relatos se cierran con una íntima y entrañable rememoración de la isla de Jalki, donde creció Petros Márkaris.

5/5 - (20 votos)