3 mejores libros de Georges Simenon

Uno de los autores que más se ajusta a la definición de escritor por excelencia es Georges Simenon. El acopio de historias que fue atesorando este autor por medio de sus viajes de intención periodística derivó en una fecunda producción, una obra extendida por encima de las 200 novelas, contando algunas ediciones bajo pseudónimo.

Se puede decir que este autor belga nacido en 1903, y fallecido en 1989, dedicó gran parte de su vida a ese conjunto narrativo que abarcó la novela policíaca y otro tipo de obras de ficción con mayor peso trascendental desde un intimismo engarzado con narrativas de mayores pretensiones.

Como todo escritor de novela policíaca, Georges creó su personaje principal, el protagonista que transitaría entre tantos y tantos casos propuestos que siempre cumplían las expectativas de sus ávidos lectores. El personaje en cuestión se llamaba Comisario Maigret, Jules Maigret. Sus investigaciones se extendieron entre más de 70 novelas y bastantes relatos cortos. Así que nos encontramos con un personaje a la altura de Hércules Poirot, de Agatha Christie, por lo menos en cuanto a su extendido desempeño literario, pese a que su rol se aproximara más a un Pepe Carvalho, de Manuel Vázquez Montalban. Sin duda un referente de la novela negra para otros muchos autores venideros como ha declarado el mismísimo John Banville (también conocido como Benjamin Black).

3 novelas recomendadas de Georges Simenon

La mirada inocente

Empezamos con una novela para nada policíaca, para despistar al personal 😛 Cuando un autor como Simenon se descubre capaz de escribir cosas distintas a lo que dicta su reconocimiento, acaba empeñándose en sacar adelante un proyecto novedoso en el que se deja el alma. En esta novela Simenon se dejó el alma y una gran sensibilidad.

El personaje de Louis Cuchas, el benjamín de una serie de varios hermanos, y criado entre las carencias de una familia humilde, va descubriendo el mundo a su alrededor. En cierta forma, un hombre hecho a sí mismo desde la más tierna infancia es un tesoro si consigue orientar ese descubrimiento hacia una expresión sublimada como es el arte. Louis Cuchas acaba siendo pintor, su capacidad para representar el mundo desde sus emociones y sus pinceles maravilla a todo el mundo.

Descubrir a Louis es reconciliarte con ese mismo niño que tú fuiste, reaprendiendo todo aquello olvidado en el momento más auténtico de nuestras vidas: la infancia.

La mirada inocente

El efecto de la luna

El espíritu viajero de Simenon le aportó siempre nuevas perspectivas para relatar casos sorprendentes en ubicaciones con un punto exótico. En esta novela viajamos hasta Gabón. Su capital, Libreville, mantiene todavía esos lazos intensos con el colonialismo francés… hasta el punto de que Joseph Timar, como tipo blanco europeo se asemeja a un personaje con ciertos derechos por encima de los propios habitantes porque sí. Adèle, la dueña del Hotel Central en el que se aloja Joseph lo acaba cautivando y lo conduce a un viaje por el Gabón profundo.

En ese particular viaje hacia lo desconocido, Joseph sucumbe al efecto de la luna, una afectación que se asemeja a un delirio profundo. Todo lo que ocurre en ese viaje acaba adquiriendo un tono siniestro donde se van acumulando víctimas y hechos absolutamente amorales. El problema para Joseph es que, en su situación, tendrá severas dificultades para discernir la verdad.

El efecto de la luna

El perro canelo

Dentro de la extensísima producción en torno al comisario Maigret, muchas pueden ser las novelas consideradas como brillantes. Bajo mi opinión esta su mejor obra, una investigación que por momentos adquiere tintes surrealismtas. Un intento de asesinato de una gran personalidad de la población de Concarneau, en la bretaña francesa.

Con la llegada de Maigret los hechos se precipitan, parece como si el criminal estuviera esperándolo para acuciarse en su macabra acción. Concarneau esconde algo. Entre las calles de esta pequeña ciudad Maigret intuye algún secreto que se le escapa.

Si un simple perro canelo puede guiarle hacia ese necesario punto de luz, bienvenido sea. Una novela que contiene ciertas notas de novela negra más actual, con sexo, drogas y submundos que por momentos emergen a la realidad, como lúgrubes pistas hacia los infiernos.

El perro canelo

Otros libros recomendados de George Simenon…

La muerte de Belle

La apacible vida de Spencer Ashby, maestro de escuela en una pequeña ciudad del estado de Nueva York, se viene abajo la mañana en que Belle Sherman―hija de una amiga de su esposa a la que el matrimonio hospedaba desde hacía un tiempo―es hallada muerta en su casa.

Al ser declarado principal sospechoso en la investigación, este hombre ingenuo, tímido y algo acomplejado conoce de primera mano la humillación de los interrogatorios policiales a la vez que es víctima del ostracismo al que lo someten sus colegas y de la hostilidad de sus vecinos. Y es que, por más que Ashby proclame su inocencia, todo el mundo cree que es el asesino; incluso su mujer empieza a dudar de él. ¿Cuánto tardará en derrumbarse bajo el peso de semejante sospecha? ¿De qué es capaz una persona cuando se siente completamente acorralada?

Tres habitaciones en Manhattan

Cuando se conocen por azar una noche en un bar de Manhattan, Kay y Franck son dos almas a la deriva. Él, un actor que roza la cincuentena y al que ya le quedan lejos los días de gloria, intenta olvidar a su mujer, que lo ha abandonado por un hombre más joven. Ella, que acaba de perder la habitación que compartía con una amiga, no tiene donde pasar la noche…

¿Bastará la inmediata atracción mutua para hacerles olvidar las heridas de la vida? Celoso del pasado de Kay, temiendo perderla, tan inseguro de ella como de sí mismo, Franck estará a punto de malograr la nueva oportunidad que el amor parece brindarle. En Tres habitaciones en Manhattan, Simenon se adentra en el corazón de la gran ciudad tras la pista de estos dos vagabundos que se aferran, ajenos al espacio y al tiempo, a un amour fou.

Tres habitaciones en Manhattan

Los póstigos verdes

Salvaguardando cristales e intimidad por un igual, los póstigos solían verse antes con mayor frecuencia. Metáforas de ese mismo mundo de puertas hacia adentro donde uno puede abrirlos o cerrarlos según se quiera exponer al mundo o cerrarse al más mínimo atisbo de luz llegado del exterior. En esta historia se compara ese anhelo de unos vistosos póstigos verdes que mantener siempre abiertos, una vez que cada cual encuentra su paz necesaria de ventanas hacia adentro.

Cuando Émile Maugin, un célebre actor veterano, descubre que un problema cardíaco amenaza seriamente su salud, decide reflexionar sobre su vida. Soberbio, brusco y cínico, aunque en el fondo generoso, reina como un tirano sobre el pequeño grupo de devotos súbditos que lo rodean, incluida Alice, su jovencísima segunda esposa.

El miedo a la muerte, sin embargo, se cierne irremediablemente sobre él y lo lleva a soñar con hacer realidad una antigua aspiración de su primera mujer: vivir en una casa con postigos verdes, símbolo del éxito material pero también de la apacible seguridad que siempre lo ha eludido. ¿Será capaz de reconocer la felicidad a su alcance antes de que sea demasiado tarde?

Los postigos verdes
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