Hay escritores con un método absolutamente cerrado que les favorece en dos aspectos: ninguna novela empezada acabará abandonada en un cajón y la virtud del orden y la organización les acaba sirviendo para afrontar cualquier reto literario.
Así es fácil entender que Carmen Martín Gaite, una de nuestras escritoras mas brillantes acabara acopiando más de 30 libros y diversos recnocimientos de gran prestigio.
La propia autora reconoció en más de una ocasión esta metodología que hilvanaba antes de desarrollar la trama. Los hay que hablan de permitir cierta autonomía de los personajes hacia la propia resolución de la trama, (ya he citado en más de una ocasión al prolífico Stephen King como máximo exponente de este proceder) pero lo cierto es que, como en tantos otros ámbitos lo importante no es el procedimiento sino el buen resultado.
Y pese a todo, Carmen Martín Gaite siempre supo presentar a personajes maravillosos, plenos, dotados de una singular vida de gran profundidad que los hacía sobresalir por encima de la propia propuesta narrativa.
El resultado, pese a no ser una autora constantemente dedicada a la narrativa de ficción, es que la bibliografía de la autora nos ofrece un fiel vistazo del sentir más hondo y existencialista frente a todo tipo de vicisitudes sociales que oprimen o que restringen libertades.
Top 3 mejores novelas de Carmen Martín Gaite
Entre visillos
Esta novela de 1957 compone un fascinante retrato de la juventud española de postguerra. Entre normas, pautas morales y costumbres impuestas sí o sí, solo el alma de los jóvenes puede presentar una realidad disruptiva, al menos en cuanto a los anhelos, las contradicciones, el contraste entre las ansias de libertad y las limitaciones de aquellos años 50.
Nos adentramos en un Instituto al que regresas Pablo Klein como profesor después de haber tenido que abandonar el que fuera su hogar para acabar curtiéndose en lugares remotos.
La sinergia entre el profesor y los alumnos se convierte en un pequeño cosmos de libertad, alumnas como Natalia descuellan como uno de esos personajes introspectivos y críticos, como una réplica de la propia autora que, una vez liberada del conservadurismo, gracias a su nuevo profesor, expone todo el sentir de una juventud española raptada en medio de una Europa que se asomaba a la modernidad.
Las ataduras
Un brillante libro de relatos al servicio de esa intención de la autora de anteponer a personajes sobre todas las cosas. Protagonistas de diversas historias en torno a los universos individuales y su choque ante toda interacción social.
Vidas paralelas entre matrimonios consolidados, ausencias, sentimientos de culpa y búsquedas de redención con uno mismo. Las ataduras son las costumbres, lo que se espera de uno como la asunción de todo destino.
La libertad tiene un alto precio, la mansedumbre oculta las aristas de la personalidad, unas aristas fundamentales para descubrir quién realmente eres.
El cuarto de atrás
Una novela con la que la autora consiguió el Premio Nacional de Narrativa allá por 1978. Aunque al final la novela resulta ser un testimonio, un ensayo, una narración a caballo entre los sueños del escritor y el mundo etéreo de sus historias.
Un escritor al final es su bagaje personal. Más allá de la empatía con personajes ajenos, al final la voz del autor siempre se impone, con latigazos de su pensamiento, con impresiones pinceladas en momentos insospechados, un viejo truco en el que el autor se camufla en la historia.
En el caso de Carmen, siempre narradora profunda, acabaría dejándose jirones del alma y en esta novela lo confiesa de alguna forma. Una histora de autenticidad y de literatura esencial.
