Los 3 mejores libros de Alan Sillitoe

El surgimiento de la corriente del desencanto y la desinhibición formal como corriente literaria también tuvo su reflejo europeo más allá de los ecos estadounidenses de Bukowski y compañía(de hecho, considerando que este referente emigró hacia Estados Unidos desde Alemania, la tendencia puede entenderse de ida y vuelta).

La cuestión es que Alan Sillitoe, prácticamente coetáneo de Bukowski también desempeñó es narrativa impregnada de realismo sucio y decadente. Si hay que hacer algunas distinciones entre ambos exponentes, me atrevería a apuntar que en Sillitoe esa tendencia «sucia» se aliviaba en una especie de eco esperanzador, solo que sin un horizonte muy claro. Menos alcohol, menos sexo y menos drogas pero la misma sensación de vacío y rebeldía.

En Inglaterra, de donde era Alan y donde desempeñó su carrera literaria, lo incluyeron en la corriente de los «angry young men», una etiqueta que, como suele ocurrir en no pocas ocasiones quedó más para la posteridad como un indeseado mote que como otra cosa.

La cuestión es que a la postre Alan se erigió como uno de esos cronistas alternativos que esbozó las miserias del siglo XX desde la parcela de lo personal, extendido gracias a la famosa etiqueta hacia algo generacional.

Top 3 mejores novelas de Alan Sillitoe

La soledad del corredor de fondo

La alienación probablemente sea un destino labrado para todos aquellos que nacen en el barrio inadecuado en el momento más inoportuno.

De eso nos habla Alan Sillitoe. Y sin embargo en esta propuesta narrativa rezuma esa sensación de querer, de pretender alcanzar algo distinto a lo que el destino deparaba a tantos y tantos jóvenes de los tiempos jóvenes de Alan, allá por los 50 y 60. Aquí conocemos a Colin Smith un joven dotado para correr y que en cierta forma podría inspirar a todo «runner» actual que busque en el sencillo deporte de calzarte y salir a la calle una forma de evasión.

Solo que el caso de Colin es radical. Sus recuerdos son una suma de frustraciones y sensaciones encontradas de energía juvenil y muros levantados por el mero hecho de pertenecer a grupos menos favorecidos.

Junto a Colin descubrimos a muchos otros jóvenes que complementan ese escenario de derrota en el mismo momento en el que se hacían adultos de suburbios donde la vida era otra cosa…

La soledad del corredor de fondo

Sábado por la noche y domingo por la mañana

Para los amantes de las etiquetas, esta novela es la que supone el aldabonazo con el que la generación de Sillitoe se presentaba ante las puertas de la realidad con la rabia, las frustraciones, la culpa y la perdición, toda esa suma de actitudes colmadas como única respuesta al vacío.

Y sin embargo también en esta novela hay una motivación y una excusa, así como un intento de expiación de pecados y de recomposición. Arthur Seaton vive para el desenfreno del sábado noche, donde ninguna moral ni regla puede ponerle fronteras.

Sin llegar a buscar la moralina fácil, sí que se desprende de la lectura una intención transformadora, un despertar resacoso a las duras consecuencias de encontrar solo en la rebeldía una falsa felicidad de lo efímero.

Literatura obrera inglesa, con ese toque de muros y cielos grises, herederos todos de la revolución industrial y de la alienación extendida generación tras generación.

Sábado por la noche y domingo por la mañana

La vida sin armadura

Los recuerdos y sus biografías deben siempre considerarse como la novela de uno mismo. Más si cabe si el que lo suscribe es un escritor. Y eso es lo que hizo Sillitoe en este libro. Las penurias del niño de Nottingham, su paso por el ejército como única forma de hacerse un hombre bajo el chantaje del país de turno.

La supervivencia del adulto y su dedicación a narrar la realidad de tantos y tantos como él, chicos de barrio que seguían siendo eso, chicos sin infancia forzados a ser adultos maltratados de por vida.

Como digo una autobiografía en lo elemental de los hechos pero también una hiriente composición literaria sobre aquellos perdedores antes incluso de haber jugado.

La vida sin armadura
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