Esperanza, primavera eterna, de Stephen King




Esperanza, primavera eterna
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O también Rita Hayworth y la redención de Shawshank. La cuestión es conceder por separado todo el valor que tienen las novelas cortas que componen el grandioso volumen de Las cuatro estaciones, de Stephen King.

Con este incomparable autor sucede algo singular, indefinible. Sucede que King es capaz de escribir ahora sí y luego también una retahila de obras maestras que acaban aportando una perspectiva reductora del conjunto. Me explico…

Todos podemos reconocer la obra maestra El Perfume de Patrick Süskind, o La conjura de los necios de John Kennedy Toole, por hablar de dos autores con esa única obra que destaca objetivamente en una producción no muy extensa. Sin embargo, cuando un tipo como este genio escribe casi contínuamente obras perfectas, la noción de su maestría parece devaluarse. Sacar obras maestras como churros se puede entender en parte como un flaco favor a la valoración final del escritor.

En el caso de Rita Hayworth y la redención de Shawshank como novela elegida para la Primavera de conjunto y antesala de Verano de Corrupción, nos encontramos con un novelón considerable El Conde de Montecristo de nuestros tiempos versión reducida en extensión.

Sensaciones de frustracción por la pena imputada sin culpa, la esperanza por una venganza ulterior, la trama que avanza con más y más motivos para anhelar ese final explosivo que finalmente nos acaba estallando en un plano de gozo literario indescriptible…

Y además luego resulta que se hace una peli sobre la novela: Cadena Perpetua, y sucede que como excepción a la regla esa película consigue ponerse a la altura de la novela o incluso la supera…

Una historia contada por un personaje fascinante como Red. Desde el futuro de los acontecimientos relatados que abordan el encierro de Andy Dufresne por el asesinato de su mujer, vamos conociendo a este personaje inolvidable cuyo paso por la prisión se antoja el emblema de la injusticia, de la pasión por la libertad, de la necesidad de venganza, de esa redención que anuncia el título y que lo aborda todo.

Una pequeña gran obra maestra que se difumina, como digo, en esa producción literaria desbordante de ingenio, en ocasiones desde lo fantástico, en otras desde el terror, también incluso desde lo existencial sin más, pero siempre con el misterio, un misterio que analiza los intersticios del alma humana expuesta a todos sus límites y sus propias aristas…

Puedes encontrar la novela Esperanza, primavera eterna, también subtitulada como Rita Hayworth y la redención de Shawshank, en el volumen Las Cuatro Estaciones I:

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