La literatura japonesa actual llega a occidente, siempre capitaneada por el deslumbrante แแผแแแถแแธ แแแแปแแแธแแแแแถแแแแผแแแแขแแแแแแทแแแแแแแแแธแแถแแขแแแแขแถแแแถแแแแถแแแถแแแแแแแแ แแแปแแแแแขแแแแแทแแแแแแแแถแแทแแแแปแแแถแ แแแพแแแถแแแแแแแแแแแแถแแแถแแแแแแแแแแ แ แแแแถแแแแทแแแแแถแแแถแแแทแแแแถแแแทแแแถแแแแแแแแแขแถแแแแแขแแแธแแแถแแแขแแแแแแแแแแถแแทแแแแปแ แแถแแแแผแแแถแแแแแแแแถแแถแแแถแแแแแพแขแแแแแแ แแแแปแแแแแแถแแแแแถแแฝแแแแแแแถแ
แแถแแแถแแถแแถแ แแถแแแแบแแถแขแแแแแทแแแแแแแแถแแแแ แแแแแแแแแแธ แขแ แแแแแถแแ แถแแแแแแพแแแแแแแถแแแแแแแแแแถแแแพแแแทแแแถแแแทแ แแพแแแแธแแแแแแแผแแแแแแแแแแแแแแแแถแแแแถแแถแแแแแแแแทแแแแแแแแแแถแแขแแแแแแแแแแถแแแแแแแแถแแแกแพแ Natsume Soseki fue sin duda, a resultas de las obras de Kawabata con inspiraciรณn entre lo espiritual y lo tragicรณmico, uno de sus mรกs absolutos referentes en ese existencialismo cargado de lirismo entre lo alegรณrico, cuando no directamente con lo fabuloso.
แแถแแฝแแแนแแแถแแแแทแแแแแแแแแแแแทแแขแถแ แแแแแแ แแถแแแแแแแถแแ Soseki แแบแแถแแแแถแแแธแ แแแแแแแแทแแแ แแแแปแแขแแแแแแทแแแแแแถแแแถแแแพแแแแแถแแแแแแแแแแถแแแแแแถแแ. Corrientes como el surrealismo o el esfuerzo renovador del modernismo eran ya exploradas, segรบn sus bases teรณricas, por este escritor del otro lado del mundo que hizo de sus novelas, obras imperecederas.
แแแแแแแแแแแแแแถแแแแแแแขแแปแแถแแแแแแแผแแแถแแ แฃ แแแแแถแแแแปแแแแแปแแธ
แแผแแผแแแผ
El discรญpulo y el maestro encontrados de la manera menos imaginada. La amistad entre personajes de generaciones muy lejanas en cuya interacciรณn nos acercamos a una riqueza que servirรก mรกs a quien tiene todavรญa un buen saco de tiempo. Y precisamente por eso, pronto descubrimos que el fin de Sensei, el maestro, no es otro que entregar su tiempo al ser humano por hacer. Abnegaciรณn con la doble cara de la amistad fรฉrrea. Una novela hecha a poco tiempo vista de la propia vida del autor.
แ แพแแแถแแฝแแแนแแแแแแถแแแแแถแแ แถแแ แแแแแแแทแแแแแแแแธแแแแแแแแพแแ แแแป Soseki แ แถแแแแผแ แแถแแถแแแแแแแแแปแแแผแแแแแแนแแแแแแแถแแแแ แแแแปแแแฟแแแแแแถแแฝแแแนแแแฝแขแแแแแธแแแแแแแถแแแแแแแพแแขแแแธแแแถแแแขแแแCon apasionantes escenas que tambiรฉn despiertan ese punto de humor que Soseki siempre supo manejar, nos abrimos a la confesiรณn como enseรฑanza del ejemplo. Sinceridad brutal de Sensei como confesiรณn con un joven que representa a la vida que ya a รฉl le abandona.
แแธแแแแแแแแแปแแ แแแแแแถแแแแแแแแแพแแแแแแแพแแแผแแแแแผแแแถแแแพแแแแธแแแแแแแแแแฝแแฏแแแธแแแ แปแแแแแแแปแแแ แแแถแแแ แแพแแแธแขแแแธแแถแแแขแแแแแแแถแแแแแปแแแแถแแแแแถแแแแถแแแแแถแแแแถแแแ แแแแแแแแถแแแแแแถแแแปแแแแแแแแแแแแแแแแถแแแแแแแ แแแแแถแแแแแผแแ
แแแแปแแแถแแแแถ
Una novela en el que el narrador hecho gato se va moviendo por los escenarios con la naturalidad de un animal que pasa tan anodino como un gato pero que al final sirve a la causa del relato de puertas hacia adentro para la mรกs descarnada parodia clasista. Porque el gato lo ve todo y se nos pronuncia sobre todo, con la hilarante sensaciรณn de su pensamiento dirigido a la manifestaciรณn del ridรญculo de lo humano. Los Kushami son una familia reconocida en su entorno.
Pero como toda familia, y mรกs si cabe en un entorno burguรฉs adornado de oropel, los trapos lavados en el interior salpican la conciencia de todos sus personajes con sensaciones de culpa, del ridรญculo egoรญsmo que los mueve y de las pasiones inconfesables.แ แแแแแแแแทแแแแปแแแแแแแแแแแแแถแแแแธแแแแถแแแถแแปแแแถแแแแแแแแถแแแแแแนแแแแธแแแแ แแพแแแแธแแแแ แแแแถแแแแแแแแแแผแแแถแแแแแแทแแแแแแแแแขแถแแแแแแทแแทแแถแแแแฝแแฑแแแแแขแแแแแแพแแแแแแแแแถแแ แแทแแแ แแแแ แแแแปแแแแแแแแฝแแแแแแแแแแแแ แแแแแผแแแแแแขแแปแแแแแถแแทแแแแแแแแแแแแแทแแแขแถแแแแขแฝแแ แแแแแแปแแแแแ
แแผแแถแแ
แแฝแขแแแแแฝแแแแแแ แแแแปแแ แแแถแแแแแแแถแแแแแแแแถแแแถแแแแแแแแแ แแแแแแแแแถแแแแถแแฝแแแฝแขแแแแแแขแแแ แถแแแแแฝแแ แแแฝแแแแขแแแแแแทแแแแแแแแแถแแแทแ แแแแแแแแพแ (แ แพแแแถแแ แแแแแแ แแแพแแแแแแแแแทแแแทแแแธแฅแแแแทแแแแแแถแแ) แ แแธ Ignatius reilly แแแแแแถแแ แแถแแ Caulfield แกแพแแแพ แแทแแแถแแแธ. Todo lo subversivo de nuestro imaginario literario puede encontrar espejo en el previo Botchan, seguramente con mayor toque de aventura que las rรฉplicas indicadas pero con el mismo carรกcter controvertido. Porque el profesor Botchan deberรญa mostrar esa fe en la enseรฑanza, esa vocaciรณn por alumbrar al alumnado.
Y, sin embargo, sus particulares diatribas, su visiรณn del mundo y su humor รกcido, acaba emergiendo frente a unos chicos que pronto detectarรกn en รฉl al tipo desencantado que estรก ahรญ sin รกnimo alguno. Como ocurre en tantas ocasiones, en este tipo de personajes al borde del nihilismo, se acaba descubriendo esa humanidad rebosante bajo la mรกscara del estoicismo.