La vertiente creativa se manifestó intensamente durante los años duros del terrorismo de ETA. Creadores de todo ámbito volcaban sus inquietudes en libros y películas, pero también en música y arte. De hecho, con el paso del tiempo, la intervención cultural se puede considerar como una tarea necesaria para la concienciación y la pacificación.
Mikel Azurmendi padeció en sus propias carnes ese exilio forzado, la mutilación de su libertad más básica con la amenaza que pendía sobre su vida. El País Vasco se convirtió para él en un lugar ajeno, en un hogar ocupado por los poseedores de la cruel verdad única, aquella por la que se convencían de que valía la pena matar.
Fueron muchos años de renuncias para vascos como Mikel Azurmendi, que sentía doblemente el dolor de ser víctima personal y víctima de su país secuestrado. En el encuentro con artistas e intelectuales, en la lectura de autores implicados, en muchos otros creadores y gentes volcadas con la causa de la libertad, Mikel sentía el cobijo y el reconforte hacia la esperanza.
I leabhar El relato vasco encontramos profundas meditaciones sobre el extrañamiento de la identidad, planteamientos no tan lejanos de una macabra realidad reciente, quizás heredera, en sus formas, de dictaduras anteriores. Unas dictaduras u otras, expuestas bajo la fuerza de las armas, pretendían acallar el pensamiento a manos de la violencia. Muchos autores vivieron, entre la incredulidad, el desconcierto y desánimo, los siniestros sucesos que se encadenaban a la cotidianeidad, y de donde estos creadores se vieron impelidos a ofrecer algo de luz, alternativas de pensamiento para una mejor síntesis de la situación, conducida hacia la destrucción de lo que se pretendía construir: el pueblo vasco.
Nunca está de más el análisis posterior. Un punto más sosegado para afrontar lo sucedido desde ese pasar del tiempo que ofrece la objetividad del ahora aunque empañada por la cerrazón del pasado. Una combinación necesaria para aprender y no olvidar.
Is féidir leat an leabhar a cheannach El relato vasco, el último libro de Mikel Azurmendi, aquí: