A favor del viento, de Jim Lynch

A favor del viento
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Para el escritor Jim Lynch, la respuesta está en el viento. Cuando llega el momento de formular la pregunta, cuando la existencia de todos los miembros de la familia Johannssen derirva hacia una singladura imprevista, una regata en las aguas de Seattle se les presenta como respuesta a todas sus vidas, en lo particular y lo general. En lo que respecta a sus destinos particulares y a ese destino imprevisible del núcleo familiar.

Tenían tanto en común… Tanto los tres hermanos Johannssen, así como sus padres y abuelos sentían auténtica devoción por el mar y el viento, por las velas de los barcos que utilizan esta básica fuerza motriz para avanzar en todo mar u océano.

Y sin embargo, teniendo tanto en común, la vida los ha ido alejando, en lo físico y en lo emocional. La vela como una acertada metáfora de los vientos que conducen los destinos, de las singladuras que nos conducen a dejar lo que fuimos al propio paso de nuestra madurez.

Todos los Johannssen, desde Joshua, pasando por su hermana Ruby y su hermano Bernard, así como sus padres y su abuelo se han visto empujados por vientos inesperados que les arrebataron el apego y el amor. Esos mismos vientos que compartieron al comienzo de sus vidas en común supusieron una quiebra en algún momento, por alguna razón…

Los polos idénticos se repelen. Ese parece ser el primer motivo que pudo haber forzado una separación entre las almas de una familia tan estrechamente vinculadas por sangre y por afición, pero no parece suficiente. Los secretos familiares suelen encerrarse en el silencio, abandonados al paso del tiempo. Pero en ocasiones se termina adivinando que no siempre pueden estar ahí, por el bien de todos.

Una regata en las aguas del estrecho de Puget puede ser un buen momento para intentar cerrar heridas, poniendo todas la cartas sobre la mesa.

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