Los 3 mejores libros de Tom Rob Smith

Con anterioridad a Jöel Dicker, nuevo enfant terrible del género negro mundial, Tom Rob Smith era el hijo predilecto de los thrillers más oscuros. Ambos escribieron ese bestseller soñado antes de llegar a los 30. Lo mejor es poder disfrutar ahora de ambos, cada cual en lo suyo con esa impronta del ingenio precoz trabajado hasta pulir el oficio de los autores ya maduros.

En la bibliografía de Tom Rob Smith encontramos un punto de deuda con los suspenses internacionales mezcla entre Daniel Silva, por sus acciones trepidantes, con una ambientación más clásica al punto del primer John Le Carré. Y es que la virtud, más en un género que bebe mucho de épocas pasadas como la Guerra Fría, siempre está en rescatar lo mejor del pasado y complementarlo con lo actual.

Aunque el gran impacto de Tom Rob Smith fue su novela «El niño 44» sobre Chikalito, uno de los asesinos más despiadados de la historia, soterrado para más Inri, por la oscura situación de una URSS que parecía amparar o al menos no

Top 3 novelas recomendadas de Tom Rob Smith

El niño 44

La realidad y su fuente inagotable de argumentos novelescos. Chikatilo el destripador, el horripilante asesino de niños. Ninguna muestra mayor de animadversión hacia la humanidad que esa violencia contra los niños de uno de los grandes criminales en serie.

Siempre desde el punto de vista del investigador rescatado para la causa por el autor, el agente Leo Demidov, nos adentramos en un extraño mundo doblemente encerrado entre la férrea causa política del estalinismo y la mente del asesino. Mal sobre mal. Y es que el asesino es el foco de la investigación pero, por si fuera poco, las andanzas de Leo, sobre quien cada vez más se ciernen oscuras sombras, nos cargan de una tensión por momentos desbordante.

Héroe de guerra y agente del servicio de seguridad de la Unión Soviética, Leo Stepánovich Demídov cree ciegamente en la propaganda oficial, que sostiene que su país es el paraíso de la igualdad y la fraternidad sobre la Tierra, una alianza de ciudadanos libres y trabajadores prósperos que merece la pena defender de sus múltiples enemigos con todos los medios imaginables, incluidos la delación, la represión y el castigo severo a los infractores.

Pero el día que lo obligan a espiar a su propia esposa por supuesta traición a la patria, a Demídov comienza a caérsele la venda de los ojos. En efecto, ni sus condecoraciones ni su inmaculada hoja de servicios le sirven para evitar ser degradado y expulsado de Moscú. Obligado a incorporarse a la milicia en una ciudad industrial, se encuentra con el caso de una serie de asesinatos de niños que las autoridades han dado sospechosamente por cerrado.

Con muy poco que perder, y convencido de que un despiadado criminal anda suelto, Demídov se lanza a resolver el misterio por su cuenta, una decisión arriesgada que lo llevará a descubrir el verdadero peligro que se cierne sobre él, una amenaza mucho más temible que su escurridizo objetivo.

El niño 44

La granja

Abandonado el nido, la relación entre los padres apunta a ese desgaste marcado por el sonido del viejo reloj de cocina. No tiene por qué ser así siempre, pero la idea acecha con la premura de los plazos vencidos. Desde esa idea sobrevuela este planteamiento delirante hacia lo siniestro. La convivencia también tiene su momento de sobreexposición a la luz de un gran cambio, del silencio del hogar antes cargado de movimiento y un ruido capaz de ensordecer cualquier otro problema.

Apenas han pasado unas horas desde que la vida de Daniel ha sufrido un vuelco radical. Esa misma mañana, mientras regresaba a casa del supermercado, una llamada inquietante ha roto el hilo de sus pensamientos: Chris, su padre, le informa de que su madre ha sido ingresada en un sanatorio, presa de delirios.

Antes siquiera de sobreponerse al impacto, otra llamada igualmente perturbadora estalla en sus oídos. Esta vez es la voz temblorosa de su madre, Tilde, asegurándole que Chris es un mentiroso, que ella no está loca, que ha salido del centro por su propio pie, pero que teme por su vida y se encuentra de camino a Londres para verlo y explicárselo todo. Así, en cuestión de horas, Daniel escuchará dos versiones opuestas de la crisis. Con una creciente sensación de horror, descubrirá que bajo la faz de una apacible vida de jubilados, la relación entre sus padres es de una tensión y una paranoia insoportables.

Ante su asombro, surgen del pasado secretos familiares, incluso posibles crímenes, y un retrato aterrador de sus seres más queridos, que lo fuerzan a descifrar la verdad y lo emplazan a la difícil decisión de tomar partido por uno de ellos.¿A quién creer? ¿Cómo evitar caer en un juicio equivocado? ¿Acaso su vida ha sido una gran mentira? A Daniel no le queda otro remedio que volar a Suecia e investigar por su cuenta, aunque su propia identidad pueda salir dañada por la verdad.

La granja

El discurso secreto

El niño 44 encontró continuidad en esta segunda parte y en un fin de trilogía aún no vista en español. Sin la intensidad de la primera parte, que tan oportunistamente engarzaba los mundos oscuros de la psicopatía con el control civil soviético, en esta entrega disfrutamos de una versión mucho más tendente al género de espionaje.

Unión Soviética, 1956: la muerte de Stalin marca el principio del fin de un sistema donde la policía actuaba como criminales. Aunque Jruschev promete reformar el país, hay fuerzas que no son capaces ni de olvidar ni de reconciliarse con los nuevos tiempos. Leo Demidov, antiguo oficial del Ministerio para la Seguridad Estatal, se enfrenta a su propio pasado. Sus hijas, él y su mujer, se encuentran en un grave peligro: alguien trata de ejecutar despiadadamente su particular venganza.

El discurso secreto
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